Banderas, murales, canciones, poemas, remeras, tatuajes, calles, el estadio Único de La Plata y hasta dos escuelas llevan su nombre. Diego Armando Maradona convive diariamente con los argentinos, más allá de su fallecimiento ocurrido el 25 de noviembre de 2020. Entre la gente y el gran ídolo deportivo hay un lazo eterno, producto de que en el corazón de gran parte de los argentinos se rinde tributo al 10, al hombre que fue la voz de los más desprotegidos.
Este jueves se cumplen 65 años del nacimiento del hombre que conquistó al mundo con una pelota de fútbol. El Pelusa creó un camino detrás de la redonda desde la humildad de Villa Fiorito y el potrero, hasta los estadios más emblemáticos y los lugares más excéntricos del planeta. Es que en la localidad del conurbano bonaerense aprendió valores que marcaron su vida, más allá de los contratos millonarios, los lujosos autos que adquirió o las imponentes casas en las que vivió. El tipo nunca dejó de ser empático, de involucrarse y pelear por un mundo más justo.
“A los jugadores de fútbol nos creen a todos ignorantes. Como que jugamos al fútbol y nada más. ¡Y no es así! Si nosotros venimos de abajo, cuando llegamos a ser alguien, lo que defendemos es lo que nosotros vivimos. ¡No queremos que haya más eso! El jugador de fútbol que llega arriba y nada más, a mí no me va. Yo por más que sea jugador de fútbol, voy a seguir hablando, contestándole al poder y a decirle por qué hay una desigualdad tan grande”, fue la definición de Diego en una entrevista brindada a HBO.
No fueron palabras al aire, fue una definición de principios. Maradona se convirtió en emblema de los más vulnerables porque defendió a la educación pública, manifestó su enojo por el destrato a los adultos mayores al afirmar que "hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados" y también siempre estuvo disponible para las reuniones solidarias: participó en partidos a beneficios de personas en situaciones complejas. Tampoco dudó en apoyar a las Abuelas de Plaza de Mayo y su causa. Nunca se escondió detrás de la comodidad económica y la fama, al contrario la utilizó para que su voz se escuche y retumbe con más fuerza.
"¡Hay que comprometerse! Yo creo que la política no le gusta a nadie porque es jodida, porque chorean, porque nos han choreado toda la vida. Yo creo que el que no vota es un cagón, el que no se compromete con el país también, creo que nos incumbe a nosotros. No esperemos que venga ni Copperfield. Lo nuestro está jodido, pero si alguien lo puede solucionar somos nosotros. Nadie más", expuso, durante la década del 90, en Videomatch.
El verdadero argentino que se labura todo, que se levanta a las 4 ó 5 de la mañana, ese está con Diego siempre porque sabe que los va a defender siempre. Yo puedo hablar de millones de dólares, pero también puedo hablar de Fiorito, puedo hablar de lo que pasé toda mi vida. No me pueden decir 'vos estás agrandado'. Yo sé perfectamente donde estoy parado. El verdadero argentino que se labura todo, que se levanta a las 4 ó 5 de la mañana, ese está con Diego siempre porque sabe que los va a defender siempre. Yo puedo hablar de millones de dólares, pero también puedo hablar de Fiorito, puedo hablar de lo que pasé toda mi vida. No me pueden decir 'vos estás agrandado'. Yo sé perfectamente donde estoy parado.
Una frase que retumba en tiempos de asistencia financiera externa al Gobierno de Javier Milei. Estados Unidos, a través de la conexión entre el presidente Donald Trump y su par argentino, cuenta con una intromisión en la política económica del país. Una situación que genera que, a través de las redes sociales, muchas personas lamentan la partida de Diego en 2020 y la ausencia de sus críticas filosas: "¿Qué hubiera dicho Diego?" o "¡Cuánta falta nos hace Diego!".
Juicio muerte de Diego Maradona
Los argentinos reclaman justicia por el fallecimiento de Maradona.
Es que Maradona fue un rebelde. Un tipo que peleó contra los poderosos de turno en diferentes niveles: el brasileño Joao Havelange y el suizo Joseph Blatter en la FIFA, o a Mauricio Macri, mientras era presidente de Boca y luego mandatario del país. Siempre fue leal a sus convicciones -ya sean acertadas o no- pero mantuvo una línea de coherencia contra determinadas estructuras. Si hasta se animó a crear el primer sindicato de futbolistas a nivel internacional. Todos gestos que generaron respeto, admiración y cariño entre sus pares, pero también resentimiento en algunos dirigentes...
La gente de la calle fue la que me bancó, la que me siguió respetando, fue la que me siguió gritando y me mantuvo vivo durante todo este tiempo La gente de la calle fue la que me bancó, la que me siguió respetando, fue la que me siguió gritando y me mantuvo vivo durante todo este tiempo
En la cultura popular se repite que "el pueblo no olvida a quien no lo traiciona". Maradona tuvo grandes actos patrióticos, defendió la camiseta de la Selección argentina y la bandera. Quedó en la memoria popular aquella tarde en el Olímpico de Roma, en la previa a la final del Mundial 90 contra Alemania, cuando los hinchas italianos silbaron el himno como reacción a la victoria albiceleste en la semifinal a través de los penales. "¡Hijos de puta!", fue el insulto del 10 frente la cámara: "Lo volvería hacer porque ellos no estaban respetando mi himno. El himno argentino en todo el mundo se aplaude, como yo aplaudo al español o al italiano. Cuando se estaba escuchando, fue una silbatina general. Cuando vinieron los italianos me dijeron que tenía que pedir perdón por mi insulto, les dije que cuando todo este estadio a mi me pida perdón por el himno, yo voy a pedir perdón a los italianos".
Maradona Goycochea
Sergio Goycochea, héroe contra Italia, y Maradona antes de la final del Mundial 90.
Aquella Copa del Mundo fue un quiebre para Diego, que había llegado en 1984 a Nápoles, transformó la historia del club del sur y lo llevó a dar vueltas olímpicas. Sin embargo, el Pelusa siempre tuvo la mente y el corazón puesta en Argentina: " Yo ya me compré los terrenos en Buenos Aires y me hago la casa allá. Me voy a vivir a mi país, donde nací. Le agradezco mucho a los italianos todo lo bien que me trataron, los napolitanos, vendré de vacaciones, pero mi país no lo cambio por ninguno".
Maradona es un símbolo de la cultura argentina. Un referente histórico, que se convirtió en leyenda por su historia personal y también por la épica que escribió. Es una historia que aparece como irrepetible e inigualable. Y él lo tenía muy claro. La Mano de Dios y el mejor gol de la historia fueron esas dos obras de arte contra Inglaterra, por los cuartos de final de México 1986, desahogaron a un país que tenía muy presente la guerra de Malvinas de 1982. Así, se selló el vínculo eterno entre el 10 y el pueblo, como lo explicó en TyC Sports: "Soy un tipo normal que por hacerle un golazo a los ingleses que nos mataban a los pibes en Malvinas, hoy todo el mundo me reconoce. Porque el abuelo se lo contó al padre y el padre se lo cuenta al hijo. Pero soy un tipo totalmente normal. ¡Viva Argentina, viva la Patria y soy más argentino que nunca!".