- Un robot con forma de perro fue probado en Nueva York como asistente para extinguir incendios, capaz de soportar temperaturas extremas sin intervención humana.
- La máquina, llamada B2, fue desarrollada por la empresa Robostore y puede operar con una manguera a presión mientras mantiene comunicación con los bomberos.
- Aunque el modelo demostró eficacia, aún presenta dificultades para mantener el equilibrio y su alto costo limita su implementación masiva.
- Su lanzamiento comercial está previsto para 2026, con un precio estimado en 150.000 dólares y mejoras tecnológicas como sensores térmicos y detección de gas.
El futuro de la lucha contra incendios podría tener forma de perro. En Nueva York se puso a prueba un robot cuadrúpedo capaz de entrar en edificios en llamas, resistir el calor extremo y manejar una manguera de agua sin poner en riesgo la vida de los bomberos. La demostración generó sorpresa por su capacidad para actuar en entornos peligrosos donde las personas no pueden ingresar.
El prototipo, diseñado por la firma Robostore, lleva el nombre de B2 y se presenta como una posible revolución en las tareas de rescate. Su estructura recuerda a la de los populares robots de Boston Dynamics, con un cuerpo articulado y movimientos ágiles que le permiten desplazarse en distintos terrenos. La gran diferencia se encuentra en su función, apagar incendios en condiciones extremas.
Durante la prueba realizada en Long Island, operó de manera autónoma con una manguera conectada a su espalda, lanzando agua a más de 30 metros de distancia. Los ingenieros explicaron que está construido con materiales resistentes que le permiten soportar temperaturas de hasta 290 grados Celsius sin sufrir daños.
Así es el robot bombero que se prueba en Nueva York
El B2 mide 90 centímetros de alto, pesa unos 68 kilos y puede desplazarse a una velocidad de hasta 19 kilómetros por hora. Su diseño le permite mantenerse estable mientras carga una manguera conectada a un camión de bomberos, aunque en los ensayos reales aún se observaron algunos tropiezos al enfrentarse a la presión del agua.
El fundador de Robostore, Teddy Haggerty, explicó que el objetivo del proyecto es crear una herramienta que acompañe y proteja a los equipos humanos. “Entrar a un edificio en llamas será una tarea mucho más segura con el apoyo de esta máquina. Está pensada para resistir y aprender de sus errores”, afirmó el empresario, quien además proviene de una familia con tradición en el cuerpo de bomberos.
El modelo que se probó en Nueva York es todavía un prototipo, pero cuenta con sistemas de inteligencia artificial que le permiten mejorar su desempeño con cada ensayo. Según Haggerty, “cuando se cayó, se levantó solo”, lo que demuestra su capacidad de aprendizaje automático. Además, está equipado con sensores para localizar personas atrapadas y, en versiones futuras, se prevé que detecte fugas de gas o sustancias inflamables.
El precio estimado de B2 ronda los 150.000 dólares y su comercialización en Estados Unidos se proyecta para 2026. Aunque todavía resta evaluar su eficiencia en escenarios reales de emergencia, el desarrollo de Robostore marca un paso importante hacia la automatización de las tareas de rescate y el avance de la robótica aplicada a la seguridad pública.