Una mujer que sufría muchos dolores de cabeza recibió un diagnóstico que le cambió la vida
Kirsty Connell, de 39 años, decidió acudir al médico por fuertes dolores de cabeza y episodios de déjà vu, síntomas que inicialmente se asociaron a migrañas hormonales.
Una resonancia magnética reveló que padecía un oligodendroglioma de grado 2, un tumor cerebral de bajo grado, diagnóstico que marcó un giro inesperado en su vida.
Fue sometida a una craneotomía despierta, intervención que permitió a los cirujanos extirpar completamente la masa visible en su cerebro.
Actualmente sigue un protocolo de resonancias trimestrales y, pese a haber atravesado experiencias extracorporales, mantiene una actitud positiva y agradecida hacia su recuperación.
Lo que comenzó como una molestia habitual terminó convirtiéndose en una experiencia que cambiaría la vida de una persona para siempre. Durante meses, los dolores de cabeza fueron intensificándose hasta volverse imposibles de ignorar, llevando finalmente a una consulta médica que revelaría algo completamente inesperado.
Casos como el de Kristy Connell muestran cómo síntomas comunes pueden esconder causas más profundas o complejas. Por eso, los especialistas insisten en la importancia de no subestimar las señales del cuerpo y de acudir a tiempo a los controles médicos, incluso cuando los malestares parecen pasajeros o sin gravedad.
Qué descubrieron los médicos sobre la joven que tenía muchos dolores de cabeza
-Kirsty Connell
Kirsty Connell, una mujer de 39 años, decidió consultar a su médico tras experimentar intensos dolores de cabeza y recurrentes episodios de déjà vu, una sensación que la hacía creer que revivía momentos ya ocurridos. En un principio, su médico la derivó a un neurólogo, quien sospechó que podría tratarse de migrañas hormonales, aunque decidió solicitar una resonancia magnética para descartar otras causas.
El resultado del estudio fue un duro golpe: Kirsty fue diagnosticada con un oligodendroglioma de grado 2, un tipo de tumor cerebral de bajo grado. “Cuando me llevaron a una sala familiar, supe que algo no estaba bien”, recordó. “Ahí me informaron que habían encontrado una masa en mi cerebro”. Tras recibir el diagnóstico, se sometió a una craneotomía mientras permanecía despierta, un procedimiento que permitió retirar una porción de hueso para acceder al tumor.
Actualmente, Kirsty se encuentra bajo control médico mediante resonancias trimestrales, dentro de un plan de seguimiento denominado “observar y esperar”.
A lo largo de su enfermedad, contó haber experimentado sensaciones extracorporales, como verse a sí misma realizando distintas actividades cotidianas. Pese al difícil proceso, asegura sentirse agradecida: “Los cirujanos pudieron eliminar todo rastro visible del tumor y sé que las cosas podrían haber sido muy diferentes”.