Multitudinario abrazo a la ex-ESMA: "Venimos porque el fascismo está avanzando"

Los trabajadores de la Secretaría de Derechos Humanos realizaron un abrazo simbólico en la ex-ESMA en defensa de los puestos de trabajo y en rechazo del vaciamiento de los espacios de Memoria, Verdad y Justicia que hizo el Gobierno en este primer año de gestión.

Ciento de miles de personas se reunieron en el ex centro clandestino para defender el espacio de memoria y contra el ajuste de Javier Milei. El edificio del ex Casino de Oficiales de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) es símbolo del accionar del terrorismo de Estado, donde funciona el Espacio Memoria.

"En la Secretaría de Derechos Humanos hay un vaciamiento total, de las políticas de memoria, verdad y justicia, y de la Conadi de donde depende la aparición de los nietos recuperados, como la que festejamos hoy", remarcó una trabajadora en diálogo con C5N.

A su lado, otra mujer remarcó el valor histórico y democrático de los espacios de Memoria: "Los sitios de memora son prueba judicial y van a quedar sin trabajadores, sin memoria y sin trabajadores no hay política estatal". En este sentido, advirtió sobre "el ataque a la historia, a nuestra memoria, la falta de acceso a la justicia, las políticas de hambre y miseria generan sólo exclusión".

Entre los asistentes, advirtieron a los líderes sindicales que "hay que armar un plan de lucha para derrotar las políticas contra la clase trabajadora", entre otras consignas contra el gobierno libertario.

El viernes se conoció la aparición del nieto 138. Fue anunciado por las Abuelas de Plaza de Mayo que luchan por la identidad robada de por lo menos 300 nietos robados en la dictadura. "Es Un aliciente para la lucha en defensa de los derechos democráticos", y "Con la lucha seguimos encontrando nietos, no hay que bajar los brazos", enfatizaron dos jóvenes sobre la Avenida del Libertador al 8.100, en la Ciudad.

En los próximos días finalizarán 600 contratos directos de la Secretaría de DDHH y también a fin de año hay 2.800 contratos que dejan de tener vigencia y todavía no sabe cuál será el destino de los trabajadores, en un claro acto de rechazo a los políticas públicas relacionadas con la Memoria, Verdad y Justicia.