La historia del asesinato a sangre fría del presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln

El 14 de abril de 1865, el presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, vivió sus últimos momentos mientras asistía a una función teatral en Washington D.C. El país había acabado de salir de la guerra civil, y la abolición de la esclavitud era uno de los logros más importantes de su gobierno. Sin embargo, para muchos en el sur, el mandatario representaba el enemigo. Así, John Wilkes Booth, un actor y simpatizante del sistema esclavista, ideó un plan para acabar con su vida.

Booth no fue solo responsable del asesinato de Lincoln. Su objetivo inicial era secuestrarlo y usarlo como moneda de cambio en un intercambio de prisioneros de guerra. Este plan fracasó, pero no fue el fin de su intención de destruir al presidente. Aprovechando una oportunidad única, Booth se infiltró en el Teatro Ford la noche del 14 de abril y disparó al presidente en la cabeza. El acto ocurrió rápidamente, dejando a Lincoln herido de muerte y a la nación en shock.

Mientras Lincoln luchaba por su vida, Booth escapaba por la puerta trasera del teatro y se montaba en un caballo que le esperaba. Las autoridades no tardaron en buscar al asesino, pero Booth no sería capturado hasta días después. Lincoln, que había sido trasladado a una casa cercana, fallecería al día siguiente, el 15 de abril de 1865.

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El asesinato del presidente marcó un hito histórico para Estados Unidos y el mundo.

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Cómo fue el asesinato de Abraham Lincoln

El plan de Booth no fue un acto impulsivo, sino que estaba cuidadosamente orquestado. Tras su fracaso en el intento de secuestro, Booth se enteró de que Lincoln asistiría a una función en el Teatro Ford. Aprovechando la presencia de la esposa del presidente, Mary Todd Lincoln, y otros acompañantes, Booth se acercó al palco privado donde se encontraba el presidente y disparó con un revólver de calibre 44. La bala impactó en la cabeza de Lincoln, dejándolo gravemente herido.

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El actor que asesinó al presidente Lincoln tenía un plan bien definido.

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Booth aprovechó la distracción y saltó del palco al escenario. A continuación, huyó a caballo por las calles de Washington. Un médico presente en el teatro trató de asistir a Lincoln, pero las heridas eran tan graves que el presidente murió al día siguiente. La nación quedó devastada ante este asesinato, y su impacto reverberó no solo en los Estados Unidos, sino a nivel mundial.