La provincia de Córdoba no solo atrae por sus paisajes serranos, su gastronomía y sus festivales, también se ha ganado un lugar en el mapa de quienes buscan experiencias ligadas al misterio. Existen sitios cargados de relatos paranormales que, con el paso del tiempo, se convirtieron en parte del patrimonio cultural y turístico de la región.
No son pocas las personas que aseguran haber escuchado ruidos extraños, visto sombras o sentido presencias que no pueden explicar. Y aunque hay escépticos que atribuyen todo a la sugestión, lo cierto es que las historias se transmiten de generación en generación y mantienen vivos estos relatos.
En primavera, con el clima templado y los días más largos, visitar estos lugares adquiere otra dimensión: recorrer ruinas a la vera de una laguna inmensa, caminar por pasillos cargados de historia o entrar a un cementerio monumental puede ser tan inquietante como fascinante.
Hotel Viena en Miramar de Ansenuza
Hotel Viena en Miramar de Ansenuza
A orillas de la Laguna de Mar Chiquita se alzan las ruinas del Gran Hotel Viena, inaugurado en 1945 con un estilo imponente y pensado para turistas de alto poder adquisitivo. Su historia fue breve pero intensa: entre saqueos, inundaciones y rumores de vínculos con jerarcas nazis, el edificio terminó envuelto en una mística difícil de sacudir.
Los guías aseguran que es uno de los puntos con mayor actividad paranormal del país, e incluso lo colocan entre los más inquietantes de Sudamérica. Pasillos oscuros, habitaciones clausuradas y un silencio pesado hacen que cada recorrido tenga su cuota de tensión. Muchos visitantes dicen sentir presencias o escuchar pasos cuando el grupo se queda en silencio. Hoy, las visitas guiadas permiten entrar en distintos sectores y conocer tanto su valor arquitectónico como su costado más sombrío.
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Casona Municipal
En pleno centro de la capital cordobesa, en la esquina de General Paz y La Rioja, se levanta la llamada Casa Galíndez, más conocida como la “Casa de las Brujas”. Construida a fines del siglo XIX como residencia familiar, terminó cumpliendo diversas funciones públicas, entre ellas sede del Ministerio de Educación.
Con el tiempo, las anécdotas paranormales empezaron a circular entre empleados y visitantes: luces que se encienden solas, ruidos de pasos y la imagen de una joven de cabello largo que, según dicen, se asoma por las ventanas del segundo piso. Ese fantasma femenino se convirtió casi en un personaje de la ciudad.
Actualmente, el edificio funciona como centro cultural. Quien asista a una muestra o un taller no solo entra en contacto con la vida cultural de Córdoba, también pisa un espacio donde los relatos de lo inexplicable todavía flotan en el aire.
Cementerio San Jerónimo-turismo-cordoba
Cementerio San Jerónimo
Fundado en 1843 tras una epidemia de cólera, el Cementerio San Jerónimo es mucho más que un lugar de descanso eterno: es un auténtico museo a cielo abierto. Sus mausoleos imponentes, esculturas y capillas conforman un recorrido que combina arte e historia. Allí descansan personalidades como Julio Argentino Roca, Deodoro Roca, José Manuel de la Sota y Marcos Juárez, entre muchos otros.
La tradición oral sostiene que no todo queda en silencio tras las rejas del cementerio. Hay quienes aseguran escuchar lamentos o ver sombras moverse entre los panteones, especialmente en horarios poco concurridos. Como ocurre en otros cementerios del mundo, las historias de apariciones se multiplican y generan un magnetismo particular.