Los 2 mejores restaurantes de Buenos Aires para comer comida europea

Crizia y Trescha reinventan el fine dining porteño con menús creativos, respeto por el producto local y propuestas que deslumbran a nivel internacional.

En el panorama gastronómico de la Ciudad de Buenos Aires, dos espacios destacan como referentes absolutos para disfrutar de la cocina europea reinterpretada con identidad argentina. Se trata de Crizia, consagrado recientemente con una estrella Michelin, y Trescha, el restaurante que asombra por su técnica, creatividad y exclusividad.

Ambos marcan un contraste generacional, pero comparten la búsqueda por llevar la experiencia culinaria a un nivel superior, donde el producto, la estética y la investigación se combinan para ofrecer propuestas únicas.

Crizia lleva más de dos décadas explorando la relación entre el mar argentino y la despensa local. Bajo la conducción de Gabriel Oggero, el restaurante se reinventa de manera constante, evitando convertirse en un clásico estático.

Su menú degustación Puro Mar ofrece una experiencia que recorre ostras frescas, vieiras, mejillones, centolla y pescados del Atlántico, combinados con productos autóctonos como el cordero patagónico o la quinoa andina. La reciente estrella Michelin llegó como reconocimiento a esa constancia: un equilibrio entre técnica y sabor, tradición y mirada contemporánea, que define a Crizia como un pilar del fine dining porteño.

El espacio, moderno y sin manteles blancos, suma una cava de nueve metros de altura que guarda miles de botellas cuidadosamente elegidas. A diferencia de otros restaurantes de alta gama, Crizia mantiene precios equilibrados y apuesta por la accesibilidad: permite sentarse en la barra y degustar ostras con una copa de espumante.

En cambio, Trescha, liderado por el joven chef Tomás Treschanski, propone una experiencia completamente distinta: un menú de 14 pasos para apenas diez comensales por turno, donde cada plato se construye con técnicas de vanguardia y una fuerte impronta creativa.

Crizia
Crizia y Trescha representan dos apuestas diferentes que enriquecen la escena gastronómica porteña.

Crizia y Trescha representan dos apuestas diferentes que enriquecen la escena gastronómica porteña.

Crizia

En pleno Palermo Soho, Crizia ofrece una propuesta que combina productos frescos del mar argentino, como ostras, centolla, vieiras y distintos cortes de pescado, con carnes patagónicas, vegetales del NOA, quinoa andina y quesos artesanales de distintas regiones del país. Su carta permite elegir entre menús degustación o platos a la carta, mientras que la cava vidriada reúne más de 800 etiquetas nacionales e internacionales para maridar cada paso.

Reconocido con la Estrella Verde Michelin por su compromiso con la sustentabilidad, Crizia aprovecha cada parte del producto y privilegia la trazabilidad y el trabajo con productores locales. La ambientación moderna, la cocina a la vista y la posibilidad de sentarse en la barra a probar ostras frescas completan una experiencia que conjuga identidad argentina, técnica y creatividad.

Trescha

En el corazón de Villa Crespo, Trescha ofrece una experiencia de fine dining única en Buenos Aires: un menú de 14 pasos pensado para solo diez comensales por turno, servido en un espacio donde la cocina es completamente visible desde una barra. Cada plato se elabora con técnicas contemporáneas como fermentaciones, destilados y centrifugados, transformando ingredientes locales, desde pescados hasta vegetales, en creaciones visualmente impactantes.

Trescha 2
La gastronomía local combina tradición y técnicas de vanguardia en espacios que atraen a turistas y foodies.

La gastronomía local combina tradición y técnicas de vanguardia en espacios que atraen a turistas y foodies.

La propuesta se completa con una vajilla artesanal diseñada a medida y un maridaje que puede incluir vinos de alta gama o bebidas sin alcohol especialmente desarrolladas para cada paso. Con precios que lo convierten en el restaurante más caro de la ciudad, Trescha combina investigación gastronómica, estética y una puesta en escena pensada para despertar todos los sentidos.