El yoga es una de las actividades físicas que más beneficios aportan a la salud. En ese marco, la práctica tiene una serie de posturas que favorecen a un bienestar integral. Una de ellas tonifica los músculos y ayuda a la postura.
Se trata de una asana avanzada, pero que cuenta con múltiples beneficios para el cuerpo. Paso a paso, cómo hacerla.
El yoga es una de las actividades físicas que más beneficios aportan a la salud. En ese marco, la práctica tiene una serie de posturas que favorecen a un bienestar integral. Una de ellas tonifica los músculos y ayuda a la postura.
Se trata de Bakasana, una de las posturas sagradas del yoga, que tiene una traducción confusa. En sánscrito, baka significa “grulla” y asana significa “postura”, así que debería llamarse “postura de la grulla”. Pero lo que ocurrió es que seguramente alguien la llamó “postura del cuervo” y nadie corrigió el error.
Esta es una asana avanzada y compleja, por lo que se requiere de mucha práctica. Sin embargo, si bien parece que hay que trabajar la fuerza de los brazos, en realidad el esfuerzo estará localizado en las Bandhas, es decir, el abdomen y la zona pélvica. Asimismo, en caso de tener el síndrome del túnel carpiano, alguna lesión en los hombros, si te duelen los brazos o las muñecas, o si estás embarazada, se desaconseja practicar esta postura.
La pose bakasana cuenta con múltiples beneficios, tanto corporales como emocionales. Asimismo, los expertos sugieren que, para poder aprovechar al máximo los beneficios del yoga, estos ejercicios deben practicarse con regularidad:
Para realizar de forma exitosa esta asana, debemos seguir los siguientes pasos: