Después de un día estresante en el trabajo, seguir conectado a las tareas laborales puede tener efectos que van más allá de la propia salud mental. Un reciente estudio advierte que los perros de personas que no logran desconectar al llegar a casa pueden reflejar signos de ansiedad y tensión.
Los investigadores señalan que este fenómeno, conocido como “rumiación laboral”, no solo afecta a quien lo experimenta, sino que también genera un ambiente emocional que impacta directamente en el comportamiento de los animales de compañía.
Este vínculo emocional tan fuerte entre humanos y perros puede generar un efecto espejo, ya que los estados anímicos del cuidador terminan trasladándose a su mascota, aún sin que esta relación sea evidente para el dueño.
Perro
La exposición constante al humo en espacios cerrados puede alterar su bienestar, provocando complicaciones más allá de los problemas respiratorios.
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Qué debés hacer para evitar que tu estrés laboral afecte a tu perro
El estudio, llevado a cabo por científicas de la Universidad Estatal de Washington, observó a 85 personas con trabajo que convivían con perros. A través de encuestas, detectaron que los animales de quienes continuaban pensando en asuntos laborales fuera del horario de oficina mostraban conductas asociadas al malestar emocional, como inquietud, gemidos, desinterés por el juego o desplazamientos sin rumbo claro.
Una de las conclusiones más importantes fue que no es la exigencia del trabajo en sí lo que más influye, sino la dificultad para soltar mentalmente ese entorno cuando ya terminó la jornada. Aun cuando se tienen en cuenta otros factores de tensión en el hogar, el hábito de seguir dándole vueltas al trabajo resultó el principal disparador del estrés en los perros.
De manera frecuente, los cuidadores no logran identificar estos cambios de comportamiento como síntomas de un entorno emocional alterado. Los investigadores explican que esto se debe a una desconexión entre el malestar interno del humano y la percepción del efecto que puede tener sobre su entorno más cercano, incluyendo a su perro.
Perros
Dejar a un perro solo en casa durante largas horas puede ser un desafío para muchos dueños, especialmente cuando las exigencias del trabajo o las actividades cotidianas obligan a las mascotas a quedarse solas durante el día.
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Para reducir este impacto, los especialistas recomiendan implementar rutinas que marquen una transición entre el trabajo y la vida personal. Algunas prácticas útiles son cambiarse de ropa al llegar a casa, realizar caminatas breves, practicar técnicas de respiración o mindfulness, y sobre todo, ofrecer tiempo exclusivo a la mascota sin distracciones como el teléfono o el correo electrónico.
También es muy importante prestar atención al lenguaje corporal, por ejemplo mantener un tono de voz tranquilo, posturas abiertas y gestos amables. Estas actitudes ayudan a generar un ambiente estable que los perros pueden interpretar como seguro.
Teniendo en cuenta lo anterior, cuidar el propio equilibrio emocional no solo mejora la calidad de vida del trabajador, sino que también protege el bienestar del perro.