Los perros, como muchas otras mascotas, son parte fundamental de la vida de millones de personas. Más allá de ser compañeros incondicionales, se integran plenamente en los hogares, sean familias numerosas, parejas o personas que viven solas. Su presencia no solo brinda afecto y compañía, sino que también despierta ternura y risas con sus gestos, juegos y costumbres cotidianas.
Sin embargo, no todas sus conductas deben ser tomadas a la ligera. Un ejemplo frecuente es cuando los perros se lamen insistentemente las patas. Para muchas personas, esto puede parecer un simple hábito de limpieza o una manera de jugar. Incluso algunos lo interpretan como un comportamiento similar al de los gatos. Pero esta repetición puede ser indicio de algo más serio.
Según explican profesionales veterinarios, lamerse de forma persistente no es una costumbre sin importancia, sino un posible síntoma de una afección subyacente. Puede tratarse de una señal de dolor, estrés, alergias o incluso problemas dermatológicos. Por eso, es fundamental observar estas actitudes y, ante la duda, realizar una consulta veterinaria para descartar cualquier complicación de salud.
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Aunque sus efectos en la salud humana están ampliamente documentados, pocas personas consideran que este agente tóxico también puede afectar seriamente a las mascotas.
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Cuál es la explicación de una veterinaria sobre si un perro se lame seguido las patas
La veterinaria española Carmen Arteaga, conocida por brindar consejos sobre salud animal desde su cuenta de Instagram (@mimartevet), advierte a quienes conviven con perros sobre una conducta que no debe pasarse por alto: el lamido constante de las patas. Aunque muchos lo consideran un hábito inofensivo o incluso gracioso, podría ser una señal de alerta sobre la salud del animal.
Arteaga explica que este comportamiento frecuente suele estar vinculado con molestias físicas. Las zonas irritadas, húmedas o fuera del alcance visual del dueño pueden desencadenar la acción repetitiva del perro. Además, señala que estas áreas pueden desarrollar hongos o generar pérdida de pelo, lo que refuerza la necesidad de una revisión veterinaria oportuna.
Por otro lado, también subraya que el lamido excesivo puede tener un origen emocional. En momentos de estrés o ansiedad, los perros tienden a canalizar su tensión a través de comportamientos compulsivos, como lamerse. De forma similar a cómo algunas personas se muerden las uñas por nervios, los canes pueden expresar su malestar mediante esta conducta.
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A diferencia de los humanos, los perros no expresan afecto a través de besos o abrazos.
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Ante este panorama, la profesional aconseja observar el estilo de vida del animal. La falta de ejercicio, la escasa estimulación o el aislamiento prolongado pueden provocar desequilibrios emocionales que se manifiestan en estos hábitos. Por eso, es importante ofrecerles un entorno rico en interacción, juegos y rutinas activas.
Si un perro se lame constantemente las patas, lo más importante es no minimizar la situación. La consulta veterinaria debe ser inmediata, ya que las causas pueden ir desde inflamaciones leves hasta afecciones más complejas como alergias alimentarias, parásitos o dermatitis. Solo un especialista podrá identificar el origen exacto y aplicar el tratamiento adecuado.
Entre las causas más frecuentes, la veterinaria destaca la dermatitis atópica canina. Para controlar esta condición, los tratamientos pueden incluir antihistamínicos, antiinflamatorios o productos tópicos como cremas y shampoos especiales. Estos métodos ayudan a aliviar la picazón y prevenir infecciones, brindando alivio al animal sin necesidad de recurrir a medicamentos más agresivos si se actúa a tiempo.
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La exposición constante al humo en espacios cerrados puede alterar su bienestar, provocando complicaciones más allá de los problemas respiratorios.
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