En Rusia, WhatsApp está a punto de enfrentar una de sus mayores restricciones a nivel global. Con el apoyo directo del Kremlin, se impulsa el reemplazo de la popular aplicación de mensajería por un nuevo servicio local llamado Max, lo que podría dejar sin acceso a cerca de 97 millones de usuarios. Las autoridades rusas ya adelantaron que el bloqueo es prácticamente un hecho, y que Meta, la empresa dueña de la app, debe prepararse para abandonar el mercado ruso.
La medida se enmarca dentro de una política más amplia impulsada por el gobierno de Vladimir Putin, que desde 2022 declaró a Meta como una “organización extremista”, extendiendo esta calificación a otras plataformas del mismo grupo, como Facebook e Instagram. Además, el Parlamento ruso aprobó nuevas leyes que endurecen las sanciones contra quienes accedan a contenido considerado “prohibido” mediante búsquedas o herramientas como VPN, en un intento por controlar aún más el entorno digital del país.
Mientras crecen las expectativas sobre la inminente salida de WhatsApp, ya comenzó a hablarse de su sucesora. La nueva aplicación Max se perfila como una solución desarrollada en territorio ruso, con integración completa en los dispositivos locales y respaldo gubernamental. Su lanzamiento coincidiría con el bloqueo de la app extranjera y marcaría un cambio importante en la forma en que millones de personas se comunican dentro de ese país.
Max, la reemplazante de WhatsApp en Rusia
La aplicación Max fue anunciada como el reemplazo oficial de WhatsApp en territorio ruso, y todo indica que será instalada por defecto en los smartphones que se comercialicen a partir de septiembre. Esta nueva herramienta está siendo desarrollada bajo supervisión estatal y formará parte del ecosistema digital promovido por el Kremlin, con el objetivo de reducir la dependencia de plataformas extranjeras.
Actualmente, se calcula que el 68% de la población rusa utiliza WhatsApp a diario, por lo que el reemplazo tendrá un fuerte impacto en los hábitos de comunicación. El antecedente inmediato es la prohibición de Facebook e Instagram, también propiedad de Meta, que llevan casi tres años bloqueadas en ese país.
MAx Rusia
Reuters/Shamil Zhumatov
Esta estrategia se desarrolla como parte de una ofensiva más amplia contra compañías tecnológicas estadounidenses. En 2024, el gobierno ruso multó a Google con una cifra descomunal por no restituir canales locales en YouTube: 2,5 decillones de dólares, una suma irrisoria que simboliza la tensión entre Moscú y Silicon Valley. Ese mismo espíritu es el que ahora empuja la posible salida definitiva de WhatsApp del escenario digital ruso.