Waldo Bilbao, uno de los narcos más buscados en Santa Fe, fue detenido por la Unidad de Acciones Especiales de la Provincia de Santa Fe, conjuntamente con personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía.
Es apuntado por liderar una banda junto a su hermano Brian, quien continúa prófugo. Había logrado eludir a las autoridades durante más de dos años y terminó siendo detenido en un departamento a metros del Monumento a la Bandera.
Waldo Bilbao, uno de los narcos más buscados en Santa Fe, fue detenido por la Unidad de Acciones Especiales de la Provincia de Santa Fe, conjuntamente con personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) de la Policía.
Su detención se produjo este viernes luego de “minuciosas investigaciones”, según indicaron desde el Gobierno provincial, a raíz de una causa que lleva adelante el Juzgado Federal Nº 3 de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), con pedido de captura de alto perfil.
Bilbao vivía en pleno centro de Rosario, en un súper departamento ubicado en un piso 18 frente al Monumento a la Bandera junto a su esposa e hijo, donde estaban encerrado. Durante su búsqueda, el Gobierno había ofrecido una recompensa de 50 millones de pesos.
Al momento de la detención, el hombre de 43 años intentó “ocultarse en un habitáculo de pequeñas dimensiones, pero inmediatamente fue reducido”, se detalló sobre el procedimiento. Estaba prófugo desde octubre del 2023, y ahora buscan a su hermano Brian.
Waldo Bilbao estaba en la lista de los prófugos de alto perfil con prioridad de captura para Santa Fe, y de acuerdo a las investigaciones, formaba parte de una organización comandada por su hermano Brian, quien sigue prófugo.
Bilbao habría sido el encargado de manejar parte del dinero obtenido del narcotráfico para lavarlo en distintas actividades.
Si bien en abril de 2019, Waldo había sido detenido con casi 600 gramos de cocaína y procesado por tenencia con fines de comercialización, luego recuperó la libertad. Desde entonces, junto a su hermano Brian, apodado “El Innombrable”, fortaleció la organización y expandió sus operaciones en la región.
Según las investigaciones, ambos operaban con al menos tres avionetas y utilizaban un campo en Carrizales, a 65 kilómetros de Rosario.