Un luchador ruso que se hizo viral por inyectarse aceite podría sufrir la amputación de sus brazos

Kirill Tereshin, conocido como "Popeye" por sus bíceps gigantes artificiales, reveló que su cuerpo rechaza la sustancia y los médicos lo alertan sobre el inminente riesgo de perder las extremidades superiores o, incluso, la vida debido a las infecciones.

Kirill Tereshin, conocido mundialmente como el "Popeye Ruso" por sus bíceps desproporcionados, atraviesa el momento más crítico de su vida tras años de inyectarse aceite de synthol, una sustancia para aumentar el volumen de los músculos. El joven, que ya se sometió a múltiples cirugías para remover el tejido necrosado, confesó su arrepentimiento públicamente mientras los médicos luchan por salvarle los brazos de una inminente amputación.

Tereshin se hizo famoso en 2017 al inyectarse una mezcla de aceite, lidocaína y alcohol en sus extremidades superiores para aumentar la circunferencia de sus bíceps. Esta práctica, peligrosa y rechazada por la comunidad médica, le causó fibrosis tisular y necrosis, lo que se tradujo en muerte de tejido muscular y piel.

Aunque en 2019 y años posteriores fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas de urgencia, en las que se le retiraron casi tres kilos de tejido "muerto" y Synthol, las operaciones no lograron resolver el problema por completo. La infección creció y el riesgo de perder los dos brazos, o incluso la vida debido a complicaciones como embolias o septicemia, continúa en un nivel "notablemente alto", según los especialistas que lo atienden.

La realidad del exluchador hoy: "Orgulloso de cuidar mi salud"

Antes, el "Popeye ruso" publicaba como "logros estéticos" el crecimiento de sus músculos y los implantes en su cara. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el joven comenzó a utilizar su cuenta de Instagram para mostrar los resultados de las cirugías con las que intenta recuperar su salud.

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En las imágenes de su redes sociales, Tereshin muestra sus brazos y cuenta los avances: "Estamos esperando como todo se cura , luego vamos a ver si hay algo inflamado".

Con fotos que lo muestran entre médicos y camillas, el ruso cuenta detalles de su situación: "Les recuerdo que todavía hay una gran hinchazón en el mano, los volúmenes disminuirán un poco más tarde", acompaña una imagen de sus brazos.

Medios de su país indican que el fisicoculturista reconoce que cometió "una estupidez". Los médicos indican que el tiempo, posterior a las cirugías, es un factor clave para determinar si podrá conservar sus extremidades.

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