Tras unos meses de calma, Rosario volvió a ser noticia por un brutal crimen: Andrés "Pillín" Bracamonte, histórico jefe de la barra brava de Rosario Central, fue asesinado a balazos en la noche del sábado apenas minutos después del partido que su equipo perdió con San Lorenzo en el Gigante de Arroyito.
La evidencia preliminar permite a las autoridades afirmar que lo que ocurrió en las inmediaciones de bulevar Avellaneda y Reconquista, a escasas cuatro cuadras de la cancha de Central, mientras todavía salían hinchas luego del encuentro ante San Lorenzo, fue una emboscada. Se cree que los disparos habrían venido desde una motocicleta que luego huyó. También fue víctima del ataque uno de sus laderos, Daniel "Rana" Atardo, quien manejaba la camioneta en la que viajaban.
Quién era Pillín Bracamonte, el histórico jefe de la barra de Central
"Pillín" se hizo con el control de la tribuna canalla entre finales de los 90 y principios de los 2000, luego de una feroz disputa de poder con la facción de "Los Chaperos", encabezada por Juan Bustos, atravesada por varios hechos de violencia. Una vez consolidado su liderazgo, fue construyendo poder vinculándose con policías, abogados, políticos, dirigentes, jugadores y directores técnicos.
Todos en Central lo conocían y varias decisiones se conversaban por él. Los jugadores se subían al paravalanchas con él y los hinchas le reconocían la "pacificación" de las tribunas luego de una etapa, en pleno enfrentamiento entre facciones, en la que ir a la cancha se había convertido en una actividad de riesgo.
"Nosotros tenemos códigos, cuidamos a los hinchas en la tribuna y en los viajes. Hasta hemos levantado gente de Central en la ruta. Con nosotros, en la hinchada de Central no pasa lo que pasaba antes, que era un descontrol", afirmó en ese sentido en un documental sobre barras.
Andrés Pillín Bracamonte Rosario Central
Luego, su poder fue excediendo lo relativo al fútbol y comenzó a explorar otros negocios, que le valieron imputaciones por lavado de activos y extorsiones. La protección de la que gozaba y que le dio vía libre para operar se fue diluyendo, y terminó cayendo preso a fines de 2023, en una causa que involucra a un dirigente de la UOCRA local por asociación ilícita. Finalmente, quedó libre tras una semana detenido.
Pero las autoridades lo tenían marcado desde antes: a partir de 2018 no pudo ingresar a los estadios, luego de que la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) dispusiera la aplicación del derecho de admisión después de que fuera detenido fuera del Gigante de Arroyito cuando repartía entradas de protocolo, destinadas originalmente a dirigentes.
Además, este viernes había comenzado a ser juzgado por violencia de género, a raíz de denuncias de amenazas fechadas en 2018. La fiscal Luciana Vallarella afirmó en su alegato de apertura que pediría la pena de dos años de prisión efectiva para Bracamonte.
Pillín era también conocido por su buena suerte: había sido baleado 29 veces, sin que la muerte se hubiera atrevido a tocarle el hombro para llevárselo. Sin embargo, este sábado, su estrella se apagó y cayó en una violenta emboscada, que los investigadores vinculan a la banda narco Los Monos.