Pensaban que el síntoma del ojo era algo transitorio pero finalmente un médico dio con el motivo y reveló lo peor

El análisis detallado permitió conectar señales que habían pasado desapercibidas. Acá es cuando toma relevancia la consulta a tiempo.

  • Hannah Lemanski tiene 24 años y trabaja como paramédica.
  • Lemanski comenzó con dolores de cabeza y síntomas progresivos como visión doble y vómitos, pero su médico atribuyó todo al estrés.
  • Tras varias consultas sin respuestas, recurrió a especialistas privados, donde primero le diagnosticaron “ojo vago”.
  • Una segunda opinión privada reveló el verdadero problema: un neurocitoma central, un raro tumor cerebral.

Un caso reciente volvió a poner el foco en esos síntomas que, aunque parecen inofensivos, pueden esconder problemas más serios. Todo comenzó cuando una persona notó una molestia ocular que interpretó como algo pasajero. Sin embargo, el cuadro persistió y llamó la atención de su entorno.

Con el paso de los días, la preocupación aumentó y finalmente decidieron consultar a profesionales para descartar cualquier complicación. Sin embargo Hannah Lemanski fue enviada a su casa hasta cinco veces por profesionales de la salud que atribuían sus síntomas a cansancio o estrés. Lo que nadie se imaginó es que detrás de esas señales se escondía un diagnóstico mucho más grave: un tumor cerebral.

Qué descubrió el médico sobre la mujer que tenía un síntoma clave en el ojo

Médicos

Todo empezó con dolores de cabeza frecuentes que Hannah Lemanski atribuía al cansancio de sus exigentes turnos como paramédica. Con el tiempo, los síntomas se intensificaron: comenzó a tener visión doble, vómitos y una sensación general de deterioro físico.

Preocupada, consultó a su médico de cabecera en tres oportunidades, pero siempre recibió el mismo diagnóstico: estrés. Después de cada consulta, su estado empeoraba. “Volvía a casa cada vez peor, pero me decían que era ansiedad, relató.

Ante la falta de respuestas en el sistema público, decidió acudir a especialistas privados. En una primera clínica oftalmológica, tras pagar un estudio costoso no cubierto por el NHS, le diagnosticaron “ojo vago”, una condición leve que podría justificar la visión borrosa.

“Al principio sentí alivio” dijo “pero sabía que algo más grave estaba pasando”. Buscó entonces una segunda opinión privada y fue allí donde, mediante una resonancia magnética, descubrieron la verdadera causa: un neurocitoma central, un tumor cerebral poco frecuente y de crecimiento lento ubicado en los ventrículos.

Tras la operación, lograron extraer el 80% del tumor, pero con el tiempo volvió a crecer. Ahora necesita una segunda cirugía, también fuera de la cobertura del sistema de salud británico.

TEMAS RELACIONADOS