Comenzó a ir al baño muy seguido y cuando fue al médico el diagnóstico reveló lo peor: qué descubrió

Lo que descubrió abriría un panorama completamente distinto al que imaginaba. Conocé la historia de Leonardo Reale.

  • Mientras creaba una obra en Miami, Leonardo Reale comenzó a experimentar síntomas que lo llevaron a buscar atención médica en 2024.
  • Los estudios revelaron un tumor maligno en el recto, lo que obligó a iniciar un tratamiento intensivo de quimioterapia y radioterapia.
  • A pesar del impacto emocional del diagnóstico, decidió junto a su esposa continuar con el estreno de su proyecto artístico.
  • Mantenerse activo en la danza y en sus compromisos profesionales se volvió clave para atravesar el tratamiento y sostener su bienestar emocional.

La sorpresa y la preocupación se combinaron cuando un cambio repentino en su rutina comenzó a llamar la atención: ir al baño con una frecuencia inusual. Lo que al principio parecía un síntoma menor, pronto se convirtió en una señal que no podía ignorarse, impulsándolo a buscar una respuesta médica. En un contexto donde la salud suele dar avisos sutiles, este caso se transformó en una advertencia que resonó con fuerza.

La consulta con profesionales de la salud marcó un punto de inflexión. Los chequeos de rutina se volvieron más exhaustivos y las preguntas habituales adquirieron un peso distinto. Sin embargo, lo que reveló finalmente el diagnóstico fue un golpe inesperado.

Cómo fue el diagnóstico que cambió la vida de un reconocido bailarín y coreógrafo

-Leonardo Reale

En noviembre de 2023, mientras Leonardo Reale trabajaba en Miami en su nueva obra coreográfica, “Tangos Cristal”, un problema inesperado comenzó a alterar su vida. Tras el receso del verano 2024, decidió buscar ayuda médica y consultó a distintos especialistas, consciente de que su salud dependía de ello.

Por la gravedad del cuadro, los médicos de urgencias le realizaron varios estudios para identificar el origen del sangrado y, a comienzos de mayo de 2024, optaron por hacerle una colonoscopia para obtener un diagnóstico más claro. A finales de ese mismo mes, el resultado de la biopsia confirmó una dura noticia: un tumor maligno en el recto medio.

Nunca imaginé que sería cáncer; creía que los estudios saldrían bien y que solo se trataría de hemorroides. Pero al ser un tumor maligno, debía someterme a tratamientos para reducir su tamaño, que en ese momento alcanzaba los cinco centímetros, relata Leonardo. Los profesionales le indicaron que debía comenzar cuanto antes con una primera fase de quimioterapia oral, luego 25 sesiones de radioterapia, seis ciclos de quimio endovenosa y, finalmente, evaluar el momento adecuado para remover el tumor remanente.

“Cuando me dieron la noticia, estaba acompañado por mi esposa, Constanza, quien me tomaba de la mano. Me quedé inmovilizado”, recuerda. En aquel momento, Leonardo estaba por estrenar un proyecto en el que había trabajado desde inicios de año. Junto con su esposa, debieron decidir si seguir adelante con el estreno de la obra infantil Elax y Sandy previsto para julio, o suspenderlo.

“Optamos por seguir, porque mentalmente lo necesitaba. No quería dejar de hacer lo que amo, que es la danza, ni abandonar el escenario. Eso me hacía sentir vivo, no un paciente oncológico”, explica agregando que “Mantener mi cabeza ocupada y mi corazón feliz hacía todo más tolerable. Así pude disfrutar de las funciones en Buenos Aires y San Luis, continuar dando clases en el Ballet Contemporáneo del San Martín y avanzar con el montaje de mi obra en Córdoba junto al Ballet Oficial. Eso me mantiene vivo. Claro que no me siento al 100% como antes del tratamiento, pero estoy seguro de que sin mis actividades, mi realidad sería otra”, expresa.