En medio de la investigación por los cinco desaparecidos en Jujuy, la Justicia imputó a Matías Jurado por el homicidio de una de ellas. El acusado quedó detenido y alojado en el penal de Gorriti, en San Salvador de Jujuy.
Matías Jurado está acusado por las desapariciones de cinco personas. El fiscal informó que en un principio se creyó que el hombre era inimputable, pero confirmó que “estaba en sus cabales” al momento de los presuntos asesinatos.
En medio de la investigación por los cinco desaparecidos en Jujuy, la Justicia imputó a Matías Jurado por el homicidio de una de ellas. El acusado quedó detenido y alojado en el penal de Gorriti, en San Salvador de Jujuy.
El hombre de 37 años está acusado por el crimen de Jorge Omar Anachuri, de 60 años, a pesar de no haber encontrado el cuerpo hasta el momento. El fiscal regional, Guillermo Beller, informó a NA que en un principio se creyó que Jurado era inimputable, pero confirmó que “estaba en sus cabales” al momento de los presuntos asesinatos.
Al mismo tiempo, el funcionario judicial reveló cómo continúa la causa: ordenó que se realicen análisis de ADN para determinar si los restos óseos, la piel humana y las prendas halladas en la vivienda del sospechoso corresponden a las cinco víctimas. “Se realizarán las excavaciones en el domicilio para obtener datos relevantes”, añadió.
Los extraviados estaban en situación de calle y atravesaban problemas de adicciones, al tiempo que el fiscal indicó que una cámara de seguridad registró a dos de ellos subirse a un taxi con Jurado para concurrir a la vivienda del barrio Alto Comedero.
Además, la ubicación de un celular localizó a otra de los damnificados en ese lugar.
Un aporte fundamental que se sumó a la investigación es la declaración del sobrino de Matías Jurado, un adolescente de 16 años. Ante la Justicia, reveló que su tío “descuartizaba a personas que llevaba a casa y luego se deshacía de los restos arrojándolos a un descampado, o los enterraba”.
En su testimonio brindado en Cámara Gesell, el fiscal Guillermo Beller señaló que el adolescente reconoció que su tío “solía, los viernes, salir a buscar gente en situación de calle, la llevaba a su casa, la mataba y posteriormente prendía fuego los cuerpos para luego desecharlos en bolsas de residuos”.
Según el testimonio, el menor callaba por temor, pero finalmente reveló que en la vivienda había lugares donde su tío también enterraba restos humanos. “Creemos que vamos a seguir encontrando cosas. El hallazgo de restos óseos fue de gran cantidad. Y ahora que esto se hizo público, llegaron más denuncias sobre personas en situación de calle desaparecidas”, advirtió Beller en diálogo con C5N.