Abel Pintos: "Me di cuenta de que estaba enamorado cuando acepté el hielo en el vino"

Después de tres años sin lanzar material inédito de su autoría, el cantante presentó Hielo al vino, el primer adelanto de su próximo álbum de estudio previsto para 2026. La canción, inspirada en una anécdota real de su vida amorosa, marca un giro luminoso en su narrativa: menos solemnidad, más ironía, ternura y cotidianidad.

Hacía tres años que no editaba una canción propia nueva. Había estado haciendo covers, pero una escrita por mí hacía tiempo que no”, contó en diálogo con C5N Música. El regreso a la composición original no es casual: llega en pleno festejo por sus 30 años de carrera, con una extensa gira nacional ya en marcha.

Hielo al vino nace de un gesto mínimo, casi doméstico, que se vuelve metáfora profunda del vínculo: el día que Abel descubrió que su actual esposa le ponía hielo al vino. “Esta cosa de que el mundo se divide en dos, entre los que le ponen hielo al vino y los que no, me parecía una buena metáfora”, explicó entre risas. La canción no habla del conflicto en sí, sino de lo que se esconde detrás: la aceptación de las diferencias, la negociación amorosa y la construcción cotidiana del vínculo.

Yo tenía la intención de que hablara de poner en valor la profundidad de los vínculos, pero para no ponerme solemne pensé en ponerme un poco irónico”, confesó el cantante. Y sí, la historia es real. “Literalmente, ella le pone hielo al vino. Ahí me di cuenta de que estaba enamorado, porque siendo yo un fundamentalista de que al vino no se le pone nada, lo podía aceptar”.

En el corazón de “Hielo al vino” aparece un Abel más permeable, más humano, más dispuesto a mostrarse vulnerable. “Fui cambiando, flexibilizándome cada vez más y permitiéndome mayor vulnerabilidad”, reconoció.

Incluso definió ese proceso como torpe, pero necesario: “No es sencillo cambiar cosas que uno creía fundamentales en su concepción identitaria”. La canción, entonces, no solo narra una escena doméstica: también retrata el aprendizaje emocional de un artista que, con 30 años de carrera, se permite seguir transformándose.

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Desde lo musical, “Hielo al vino” se mueve en un pop acústico cálido, con una melodía sencilla, casi conversada, que prioriza el storytelling por sobre el impacto inmediato. Abel vuelve a confiar en su voz como centro emocional, sin grandes artificios, apostando a la cercanía.

El estribillo —“Qué suerte tienes tú de que te quiera yo / Qué suerte tengo yo de que me quieras”— funciona como una declaración amorosa directa, sin metáforas grandilocuentes. La canción sonríe, no grita. Y ahí está su potencia.

El videoclip, dirigido por Nicolás Sedano, profundiza esta nueva faceta: el Abel actor, el Abel gracioso. La pieza tiene formato de falso documental, con guiños a The Office y a las comedias románticas clásicas.

Sedano lo define así:

“Quería mostrar a Abel desde un lugar nuevo: el Abel gracioso, el Abel actor. Tiene una enorme capacidad para improvisar y transmitir emociones”

La actriz e influencer Mica Vázquez interpreta a su pareja, con una química que sostiene el tono entrañable del relato. El eje vuelve a ser el mismo: la imperfección como motor del amor. “Hielo al vino” abre oficialmente el camino hacia el próximo álbum de Abel Pintos, que verá la luz en 2026. Pero no solo inaugura una nueva etapa discográfica: también presenta a un artista más liviano, más irónico, más reconciliado con sus propias contradicciones.

Es una canción divertida, de amor, de celebrar con un poco de ironía las cosas cotidianas que forman parte de los vínculos profundos”, resumió Abel. Mientras tanto, el festejo por los 30 años de trayectoria continuará con el tour nacional, que comenzó en Rosario el 24 y 25 de noviembre y tendrá un gran show el 6 de diciembre en Ciudad Universitaria, Buenos Aires.

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