Cometió crímenes durante 30 años y recién en 2012 fue capturado de la forma menos pensada: la increíble historia del asesino en serie

La forma en la que se llegó a su captura rompió con todos los pronósticos y marcó un antes y un después en la investigación.

  • Fue uno de los asesinos seriales más prolíficos de la historia de Estados Unidos, responsable de decenas de asesinatos cometidos entre las décadas de 1970 y 2000.
  • Eligió principalmente a mujeres en situación de extrema vulnerabilidad, lo que contribuyó a que sus crímenes fueran ignorados o mal investigados durante años.
  • A pesar de haber sido arrestado varias veces por otros delitos, la falta de conexión entre jurisdicciones permitió que Samuel Little no fuera identificado como asesino serial.
  • Fue detenido y condenado recién en 2012; en prisión confesó más de 90 asesinatos, muchos de los cuales luego pudieron ser confirmados.

Durante décadas, una serie de crímenes mantuvo en vilo a distintas comunidades sin que las autoridades lograran identificar a un responsable. El paso del tiempo, los cambios de jurisdicción y la ausencia de patrones evidentes hicieron que el caso permaneciera abierto durante años, alimentando el misterio y la incertidumbre.

A lo largo de 30 años, la investigación avanzó de manera fragmentada, con pistas que no siempre lograban unirse entre sí. Cada nuevo episodio reforzaba la idea de que el autor conocía cómo moverse sin dejar rastros claros, lo que convirtió al caso en uno de los más desconcertantes para los investigadores. La presión social y mediática creció con el paso de las décadas.

Cuál es la historia de Samuel Little, el asesino en serie que fue descubierto muchos años después

Samuel Little

Samuel Little fue un asesino serial estadounidense considerado el más prolífico en la historia criminal del país. Durante décadas, entre los años 1970 y 2005, asesinó a decenas de mujeres en distintos estados de Estados Unidos, aprovechando la falta de conexión entre las fuerzas policiales y la marginación sistemática de sus víctimas, en su mayoría mujeres pobres, negras, con adicciones o en situación de prostitución.

Pese a haber sido detenido en numerosas ocasiones por otros delitos, Little logró eludir condenas por asesinato durante años. Sus crímenes rara vez se investigaron a fondo: muchas muertes fueron clasificadas como sobredosis, accidentes o causas naturales, lo que permitió que siguiera actuando sin ser identificado como autor serial. Esta desatención institucional fue clave para su impunidad prolongada.

Recién en 2012 fue arrestado y condenado a cadena perpetua por homicidio, cuando una investigación más exhaustiva logró vincularlo con antiguos casos sin resolver. Ya en prisión, Little confesó haber cometido más de 90 asesinatos, muchos de ellos corroborados posteriormente por las autoridades.

Murió en 2020, dejando al descubierto no solo la magnitud de sus crímenes, sino también las fallas estructurales que durante décadas permitieron que el asesino más letal de Estados Unidos permaneciera impune.

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