El Alzheimer antes de los 65 años: por qué puede aparecer y cuáles son los síntomas

Aunque suele afectar a las personas mayores, hay otro grupo que llega a presentar los síntomas a una edad más temprana. Los especialistas advierten que en gran parte de estos casos, la enfermedad progresa más rápidamente que lo habitual.

La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, ya que representa entre el 60% y 70% de los casos en el mundo. Pese a que la gran mayoría de los pacientes comienza a mostrar síntomas desde los 65 años, los especialistas advierten que un pequeño grupo puede desarrollar las señales de alarma antes de esa edad e incluso que el trastorno evolucione más rápidamente.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria, el pensamiento y la conducta, por lo que a medida que avanza puede interferir en las tareas cotidianas y llevar a la muerte, ya que aunque hay tratamientos, todavía no se descubrió una cura.

Según la Fundación Instituto Leloir, un reconocido centro de investigación, la padecen cerca de 500 mil personas en Argentina y casi 40 millones en el mundo. Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer para concientizar sobre la afección.

En este marco, un punto que subrayan los especialistas es que realizar ejercicio físico aeróbico al menos 20 minutos por día contribuye a disminuir el riesgo de tener este trastorno. También sugieren reducir el estrés, dormir mejor 7 u 8 horas diarias, mantener una alimentación adecuada, tener objetivos flexibles y permanecer en entornos sociales que generen bienestar.

En alrededor del 90% de los casos, la enfermedad se presenta en adultos de más de 65 años, pero también se diagnosticaron personas menores a esa edad, como de 30 ó 35. Uno de los últimos ejemplos más emblemáticos es el de un joven de 19 años en China reportado en 2023, que había empezado a tener síntomas a los 17.

Ejercicio físico aeróbico
El ejercicio físico disminuye el riesgo de Alzheimer.

El ejercicio físico disminuye el riesgo de Alzheimer.

En esta línea, el neurólogo del Hospital Rossi de La Plata y el Cruce de Florencio Varela, Nicolás Irureta, explicó a C5N el motivo por el cual se diagnosticaron pacientes más jóvenes de lo común: "La gran mayoría de personas con Alzheimer de inicio precoz rondan aproximadamente entre los 45 y 60 años. Son muy raros los casos de gente menor a esa edad, aunque los hay". Y aclaró: "En la mayoría de los que tienen más de 65 no hay una causa genética, mientras que cuando hay un comienzo temprano sí la hay, asociada a mutaciones de genes".

Por su parte, el neurólogo y presidente de la Asociación de Neurociencias del Litoral, Hugo Valderrama, sumó en diálogo con este medio que otros factores de riesgo y que pueden adelantar la edad de inicio son "la hipertensión arterial, diabetes, alteración en colesterol y triglicéridos, tabaquismo y otros tóxicos, obesidad, sedentarismo, malnutrición, insomnio y las enfermedades psiquiátricas".

En tanto, Irureta diferenció la prevalencia en los sexos en la enfermedad y marcó las dificultades para detectarla. "El Alzheimer de inicio temprano se ve más en mujeres, aunque también se registró en hombres. Estos pacientes son un desafío porque por ejemplo, a los 50 años, una persona puede tener problemas de memoria vinculados al estrés, la ansiedad u otros factores. Entonces, el diagnóstico puede no estar tan claro como en adultos mayores", expresó.

El Alzheimer en menores de 65 años: los síntomas diferentes

Por otro lado, el neurólogo del Hospital Rossi de La Plata y el Cruce de Florencio Varela distinguió entre las señales de alarma en los que tienen más de 65 años y los menores a esa edad. "En los mayores, generalmente se espera el cuadro clásico. Tienen trastornos de memoria de inicio reciente, problemas para realizar sus actividades, desorientaciones, son repetitivos, tienen problemas en el manejo del dinero y se desorganizan", señaló.

"En cambio, en personas más jóvenes empieza con trastornos del ánimo y muchas veces son confundidos con cuadros depresivos, trastornos de conducta o del lenguaje", añadió.

En tal sentido, expuso que en muchos pacientes los diagnósticos son tardíos: "También tienen fallas en el habla o trastornos visuales. Posteriormente, a medida que avanza la enfermedad, aparecen los problemas de memoria. Por este motivo, muchas veces los pacientes jóvenes realizan las consultas en etapas avanzadas".

Persona preocupada
Los problemas de memoria son una señal de alerta.

Los problemas de memoria son una señal de alerta.

Asimismo, Irureta marcó que el Alzheimer progresa con mayor rapidez en los casos de inicio temprano. "En pacientes jóvenes, la enfermedad avanza muy rápido y en dos o tres años la pueden tener en etapas muy avanzadas. Incluso, se ve más en jóvenes cuando es terminal y tienen dificultades para tragar o no pueden caminar", advirtió.

También alertó sobre los fallecimientos relacionados a la afección: "Si bien es difícil decir que una persona puede morirse por Alzheimer, en realidad sí ocurre porque tanto los adultos mayores como los jóvenes fallecen por las complicaciones. Por ejemplo, si a un paciente le cuesta tragar y realiza microaspiraciones, tendrá una neumonía aspirativa y quizás muera por eso, pero en realidad este problema fue provocado por un trastorno".

Los tratamientos y la carga silenciosa de los familiares

En este contexto, Valderrama precisó las terapias que se utilizan para el Alzheimer: "Los farmacológicos son de acuerdo al caso. Lo último son fármacos que disminuyen una proteína llamada beta amiloide, que es un punto clave en la fisiopatología del Alzheimer, que fueron aprobados en Estados Unidos y recientemente en Europa. Se aplican en etapas tempranas de la enfermedad y modifican la evolución de manera favorable, según lo que reportan los últimos estudios".

También hizo alusión a las condiciones de los medicamentos y detalló el otro tipo de tratamiento: "Estos fármacos están en una fase de investigación en la que los pacientes los pueden adquirir en esos países, pero se aplica si se cumplen criterios médicos y bajo seguimiento de evolución y resultados. También hay no farmacológicos, que tienen que ver desde la asistencia de la dependencia, hasta el ejercicio físico, kinesiología y estimulación cognitiva".

Taller cognitivo
Los talleres de estimulación cognitiva suelen formar parte del tratamiento.

Los talleres de estimulación cognitiva suelen formar parte del tratamiento.

Por su parte, Irureta manifestó el peso emocional de la enfermedad. "El Alzheimer no sólo afecta a los pacientes, sino también a los familiares porque un síntoma es que no suelen percibir lo que les pasa. Entonces, los que más sufren son los familiares porque ven el deterioro".

"Por ejemplo, en el caso de un padre de 55 años que tiene un hijo de 17 y está divorciado, los médicos tenemos que entregarle a alguien de 17 años semejante carga. Eso es muy difícil. No es lo mismo en una persona adulta", diferenció en esta línea.

En tal sentido, se refirió a las actividades cognitivas por el Alzheimer y el rol social: "También hay que tener en cuenta que los pacientes jóvenes muchas veces comparten talleres de memoria o estimulación con gente de más de 80 años y dicen que se sienten observados por los otros".

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