Cuál es la casa más angosta que existe en Buenos Aires: ¿cuáles son sus medidas?

Su fachada sorprende a quienes la descubren sobre las calles adoquinadas que complementan su paisaje.

En el barrio de San Telmo, una pequeña construcción muy singular llama la atención a todo aquel que pase por la zona. Se trata de la Casa Mínima. Considerada la vivienda más estrecha de toda la ciudad, este rincón oculto guarda aún parte del legado colonial de Buenos Aires.

Con apenas 2,5 metros de ancho y ubicada en el estrecho Pasaje San Lorenzo, esta antigua residencia sorprende por sus reducidas dimensiones y su estructura original del siglo XVIII. A pesar del paso del tiempo, se mantiene en pie recordando parte de la historia urbana y social porteña.

Más allá de su tamaño, la casa cuenta con un pasado que mezcla esclavitud, aristocracia y migraciones, dejando al descubierto aspectos más que importantes de la historia de la ciudad.

Casa mínima

Cuál es la histórica casa de Buenos Aires conocida como la más angosta del país

La Casa Mínima se encuentra en San Telmo, uno de los barrios con más historia de la ciudad. Su fachada angosta, de solo dos metros y medio, y su discreto balcón con rejas de hierro forman parte del encanto que la convierte en una reliquia porteña. En sus orígenes, este espacio estaba destinado a esclavos liberados, quienes construían sus viviendas en terrenos linderos a las propiedades de sus antiguos amos.

La vivienda, que mide 2,50 metros de frente por 13 de profundidad, es la única que aún se conserva de esas características. Su interior está hecho con materiales tradicionales como barro cocido, bosta y madera, elementos que perduraron gracias al constante uso y mantenimiento que recibió con el correr de los años.

Casa mínima

El arquitecto José María Peña, exdirector del Museo de la Ciudad, encontró un plano catastral que da cuenta de que esta angosta construcción era parte de una casona mucho más amplia de la alta sociedad, que llegó a pertenecer a familias como los Lezica y los Peña. Con el tiempo, el perfil del barrio cambió, y la propiedad pasó a manos de inmigrantes y otros residentes.

En 1994, la casa fue adquirida por Jorge Eckstein, un químico con experiencia en restauraciones, quien continuó preservando su valor patrimonial. Actualmente, la Casa Mínima integra el circuito turístico de El Zanjón de Granados y puede ser visitada con guía. Los recorridos se realizan los días de semana al mediodía, y durante sábados, domingos y feriados hay salidas a las 14 y a las 15. Las entradas tienen precios diferenciados para residentes, estudiantes, docentes, jubilados extranjeros.