Crimen de Coghlan: sobreseyeron a Cristian Graf en la causa por la desaparición de Diego Fernández Lima

Estaba imputado por encubrimiento agravado y supresión de evidencia, pero el juez Alejandro Litvack consideró que no había pruebas suficientes en su contra. Los restos de su excompañero de escuela, desaparecido en 1984, fueron encontrados en mayo en el patio de su casa, lindera con una propiedad donde había vivido Gustavo Cerati.

La Justicia sobreseyó a Cristian Graf en el marco de la causa por la desaparición de Diego Fernández Lima, el adolescente desaparecido en 1984 cuyos restos fueron encontrados en mayo pasado en una casa de Coghlan, lindera a una propiedad donde vivió Gustavo Cerati.

Graf se había convertido en el principal sospechoso ya que el cuerpo apareció en su vivienda y, tras la identificación, se descubrió que él y Fernández Lima fueron compañeros en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°6 Almirante Brown durante la década de los '80.

Si bien el delito de homicidio prescribió, el hombre de 57 años había sido imputado por "encubrimiento agravado" y "supresión de evidencia". El fiscal Martín López Perrando consideró que, tras el hallazgo de los restos, "llevó a cabo una serie de maniobras unívocas destinadas a encubrir el hecho precedente".

Entre ellas, mencionó la generación de explicaciones inverosímiles, conductas contradictorias y evasivas y la pasividad ante el hallazgo. Para el fiscal, las declaraciones de Graf denotan "un claro conocimiento previo de la existencia de los restos óseos en el lugar, así como una intención deliberada de desviar la atención".

Cristian Graf
Cristian Graf afirmó que no tiene "nada que ver" con el crimen de Diego Fernández Lima.

Cristian Graf afirmó que no tiene "nada que ver" con el crimen de Diego Fernández Lima.

Sin embargo, el juez Alejandro Litvack entendió que no hay carga probatoria suficiente para imputarle el encubrimiento y la sustracción de medios de prueba. Además, señaló que si el delito de homicidio prescribió, también lo hizo el encubrimiento de dicho delito.

Graf había declarado en la causa el pasado 17 de octubre. En esa ocasión, sostuvo que ni él ni su familia sabían que a pocos metros de su jardín había un cadáver enterrado y aseguró que, si bien conocía a Fernández Lima, no tenía ningún tipo de relación con él.

Tras la indagatoria, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°56 autorizó a la familia Graf a realizar modificaciones o vender el chalet ubicado en la calle Congreso 3742, en Coghlan, donde aparecieron los restos.

Quién era Diego Fernández Lima y cómo desapareció

Diego Fernández Lima, el adolescente de 16 años cuyos restos fueron encontrados el 20 de mayo de este año en un chalet de Coghlan, era alumno de una escuela técnica, jugaba al fútbol y estaba desaparecido desde el 26 de julio de 1984, cuando salió de su casa para visitar a un amigo y nunca regresó.

Su identidad fue confirmada por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) luego de un análisis de ADN que comparó sus restos con una muestra que proporcionó su madre. Un sobrino del joven se acercó a la Justicia tras sospechar que los huesos encontrados en la vivienda de Avenida Congreso al 3700 podían corresponder a su tío.

Diego era alumno de la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36 y jugaba al fútbol en el club Excursionistas de Belgrano, donde entrenaba todos los días menos los jueves, según informó Clarín. El día de su desaparición, almorzó con su mamá y le pidió plata para ir en colectivo a la casa de un amigo.

diego fernandez lima
La familia de Diego Fernández Lima sospechó que había sido raptado por una secta.

La familia de Diego Fernández Lima sospechó que había sido raptado por una secta.

Salió vestido con su uniforme y nunca aclaró a quién iba a visitar. La última vez que lo vieron con vida fue esa tarde en la esquina de Naón y Monroe, a pocas cuadras de su casa. Cerca de las 20:30, sus padres se preocuparon porque no volvía y fueron a la Comisaría 39 a hacer la denuncia, pero no se la tomaron.

Los efectivos argumentaron que seguramente se había ido por su propia voluntad y no tardaría en volver. La familia de Diego nunca dejó de buscarlo y trató de llegar a los medios. Dos años después se publicó una entrevista en la revista ¡Esto! donde sus padres planteaban la hipótesis de que lo habría raptado "una secta".

Durante décadas, no supieron nada de él. El misterio empezó a resolverse el 20 de mayo pasado, cuando un grupo de obreros demolió una medianera en una casa de Coghlan y encontró restos humanos.

Tras la denuncia, los investigadores hallaron unos 150 fragmentos de hueso, un corbatín, un llavero y un reloj marca Casio modelo C90 con calculadora que les permitió estimar la fecha de muerte. Estos indicios, sumados al hecho de que se trataba de un adolescente, hicieron que un sobrino de Diego sospechara que podía tratarse de él.

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