La Cámara de Diputados tenía encomendado este martes el tratamiento de dos temas pedidos por la oposición y que generaban gran malestar en el Ejecutivo: la reforma de la ley de DNU y el tratamiento del Decreto 846/24 que flexibiliza los canjes de deuda.
El oficialismo activó un “operativo gobernadores” y presionó con la convocatoria para tratar el presupuesto 2025 este jueves a las 10hs. A partir de la oficialización de la reunión para dentro de dos días, el número mágico con el que contaban los opositores para el quórum comenzó a tambalear. Los convocantes a la sesión de este martes, intentaron hasta último minuto lograr reunir la mayor cantidad de presencias, sin embargo, desistieron pasadas las 15 y enviaron un pedido de prórroga para la semana próxima.
La promesa para los mandatarios provinciales sería la de avanzar en el dictamen del presupuesto para el próximo año, que compromete las partidas de sus jurisdicciones. Según pudo conocer C5N.com, podría haber sesiones extraordinarias para sancionar la ley de leyes 2025. “Tiene que haber presupuesto”, dijo a este medio una fuente del oficialismo.
La falta de quórum se debió -además de las decisiones preanunciadas por del PRO y la UCR de Rodrigo De Loredo- a casi una decena de bajas de Unión por la Patria que recibieron llamados de los gobernadores de sus provincias, preocupados por la negociación por las partidas presupuestarias para el año próximo.
El objetivo fundamental para los libertarios era evitar a toda costa el rechazo del DNU 846 con el que se auto-facultó para reestructurar la deuda sin necesidad de pasar por el Congreso. Si los opositores hubieran conseguido el número suficiente para el quórum y para la impugnación del decreto, el Senado hubiera pedido una sesión para dentro de dos días para rechazarlo de manera definitiva y, en ese escenario, no había posibilidad de veto.
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El bloque comendado por Miguel Ángel Pichetto –Encuentro Federal– también sufrió la presión de sus mandatarios y algunos legisladores no estaban en la cuneta del poroteo previo para bajar al recinto.
El objetivo fundamental para los libertarios era evitar a toda costa el rechazo del DNU 846 con el que se auto-facultó para reestructurar la deuda sin necesidad de pasar por el Congreso. Si los opositores hubieran conseguido el número suficiente para el quórum y para la impugnación del decreto, el Senado hubiera pedido una sesión para dentro de dos días con el objetivo de rechazarlo de manera definitiva y, en ese escenario, no había posibilidad de veto.
El caso de la reforma de la Ley de DNU, a pesar de ser incómoda para Javier Milei -que utiliza esta herramienta con asiduidad-, era diferente. El Presidente anunció que vetaría la norma en caso de ser sancionada y, a tres semanas de que termine el período ordinario, la insistencia de la ley hubiera sido un problema para el año próximo.
La prórroga en la sesión quizás le de la oportunidad a la oposición de reorganizarse y evaluar con cuántos votos cuenta de cara al jueves próximo, mientras se desarrollan las negociaciones por el Presupuesto 2025. Las partidas para las provincias jugarán un rol fundamental y los gobernadores tendrán la posibilidad de exigir un poco más.
En ese contexto, diputados de diferentes espacios realizaron el pedido formal ante Martín Menem, presidente de la Cámara, para que postergue la sesión hasta el jueves 21 de noviembre a las 11.
La presentación llevó la firma de Pablo Juliano, Ana Carla Carrizo y Fernando Carbajal de Democracia para Siempre; Sergio Acevedo, del espacio Por Santa Cruz; Esteban Paulón, Oscar Agost Carreño, Emilio Monzó, Nicolás Massot, Margarita Stolbizer y Juan Brügge, de Encuentro Federal; Carolina Galliard, Itai Hagman, Ariel Rauschenberger, Diego Giuliano, Carlos Heller, Julia Strada, Mónica Litza y Vanesa Siley de Unión por la Patria.