El presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich presentaron este jueves la iniciativa “tolerancia cero con el crimen”, que incluye una serie de reformas al Código Penal que será enviado al Congreso. Según Bullrich, se trata de un sistema penal moderno y actualizado, capaz de imputar, condenar y hacer cumplir penas de manera ágil, con un enfoque centrado en la protección de las víctimas.
La reforma contempla un endurecimiento significativo de las penas: el homicidio simple pasará de 10 a 30 años, mientras que los homicidios cometidos por barras bravas en eventos masivos recibirán cadena perpetua. Además, se incorporan al cuerpo central del Código Penal la ley antimafia y la ley antibarras, reforzando la persecución de organizaciones criminales. La portación de armas, incluso las blancas, será considerada un delito grave, con penas no excarcelables y agravantes para quienes tengan antecedentes. Al mismo tiempo, los integrantes de las fuerzas de seguridad recibirán protección legal al actuar dentro de la ley y la Constitución, garantizando que su accionar no sea penalizado cuando cumplen con su deber.
Los delitos contra la propiedad también sufren un endurecimiento. El hurto tendrá penas de hasta tres años, mientras que el robo implicará prisión efectiva, y quienes cometan robos con vehículos y lesionen a sus víctimas enfrentarán hasta 15 años de cárcel. Se agravan especialmente los robos de teléfonos celulares.
La reforma también incorpora nuevos delitos graves, como estafas piramidales, viudas negras, secuestros virtuales, pornovenganza y hostigamiento, así como mecanismos de restitución inmediata frente a casos de usurpación. Las falsas denuncias, el falso testimonio y las amenazas contarán con agravantes, y las vinculadas a delitos sexuales serán incorporadas expresamente al Código Penal.
En materia de corrupción, los altos funcionarios enfrentarán penas agravadas, mientras que delitos como narcotráfico, trata de personas, crimen organizado, secuestro extorsivo y pornografía infantil verán elevadas sus penas y dejarán de ser prescribibles.
La iniciativa también busca que el cumplimiento de las condenas sea efectivo: el 82% de los delitos implicará prisión real, limitando la ejecución condicional para grooming, amenazas con armas, robo, usurpación, cohecho y enriquecimiento ilícito de funcionarios.
Otro cambio trascendental será la discusión sobre la edad de imputabilidad, que se propone bajar a los 13 años, en el marco de un debate más amplio sobre el sistema penal y judicial argentino.
“El nuevo Código Penal que el señor presidente enviará al Congreso permitirá imputar a quienes delinquen, castigarlos con penas severas, condenarlos de forma ágil y asegurarse que esas condenas se cumplan. Hoy algunas de estas cosas se cumplen y otras no”, afirmó la ministra en una conferencia de prensa que se realizó en el Complejo Penitenciario Federal I.
“Nuestro código penal tiene 100 años de parches. Esta comisión, presidida por nuestro ministro de Justicia, ha presentado un código moderno que defiende a las víctimas y no a los delincuentes. Aumenta las penas de todos los delitos e incorpora aquellos que los ciudadanos sufren diariamente”, agregó.
Por su parte, Milei recordó que la sociedad le dio un mandato claro: terminar con el flagelo de la inseguridad. “Hicimos todo lo posible dentro de la ley: terminamos con los piquetes, fuimos contra narcotraficantes, equipamos a las fuerzas y creamos la Dirección Federal de Investigaciones. Además, impulsamos leyes de reiterancia, reincidencia y la ley antimafia, reduciendo la tasa de homicidios a nivel nacional”, dijo.
El presidente aseguró que las reformas son necesarias para superar años de garantismo que, según él, limitaron la acción de jueces, fiscales y fuerzas de seguridad. “Presentamos estas reformas de tolerancia cero. Si se aprueban, quienes delinquen van a pagar en serio y los argentinos de bien vivirán en una sociedad más segura. No hay puntos medios. Tolerancia cero porque el que delinque, paga”, concluyó.