Luego de que la Cámara de Diputados rechazara este miércoles los vetos del presidente Javier Milei a las leyes de emergencia en salud pediátrica y financiamiento universitario, el trámite legislativo pasará al Senado, donde se definirá si estas normas se convierten en ley a pesar de la objeción del Poder Ejecutivo.
Se trata de un paso crucial. Para que el veto sea revertido, la Cámara alta debe obtener una mayoría especial de dos tercios de los votos de los senadores presentes en el recinto. Los legisladores de la oposición en el Senado necesitan conformar una gran unidad para lograr la anulación del veto. Si los 72 senadores están presentes, se necesitarían al menos 48 votos para rechazar la decisión presidencial.
El precedente más reciente y relevante es el rechazo al veto presidencial a la ley de emergencia en Discapacidad, que se concretó en el Senado hace solo unas semanas. En aquella ocasión, la oposición logró una mayoría contundente de 63 votos a favor de la insistencia, 7 en contra y ninguna abstención.
Este antecedente refuerza la confianza de los bloques opositores en que pueden replicar el resultado para las leyes de salud pediátrica y financiamiento universitario. De conseguir la mayoría de dos tercios, el Senado comunicará su decisión al Poder Ejecutivo, que deberá promulgar y publicar las leyes en el Boletín Oficial, sin la posibilidad de volver a vetarlas.
Estas leyes, una vez en vigencia, obligarían al Gobierno a destinar los fondos y recursos necesarios para el funcionamiento de los hospitales pediátricos y las universidades nacionales, revirtiendo los recortes que generaron una fuerte crisis en estos sectores.
Si, por el contrario, la oposición no lograra reunir los votos necesarios en el Senado, el veto presidencial se mantendría y las leyes quedarían definitivamente rechazadas. En este escenario, el Congreso no podría volver a tratar estos proyectos de ley durante el período parlamentario que está en curso.