En una jornada histórica marcada por el Congreso como epicentro –adentro y afuera de él–, la oposición en Diputados le dio otro duro golpe al gobierno de Javier Milei: la ley de salud pediátrica y la de financiamiento universitario, ambas vetadas por el Ejecutivo, fueron resistidas por una amplia mayoría. Con 174 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones para la ley de universidades, y 181 a favor, 60 en contra y 1 abstención para salud pediátrica, los opositores lograron romper la barrera de los dos tercios necesarios para insistir con las normas. En las inmediaciones del Palacio Legislativo, una gran movilización presionó el accionar de los legisladores que apoyaron las iniciativas.
Antes de que se habilite el debate, el jefe del bloque oficialista, Gabriel Bornoroni, intentó sin éxito blindar los vetos: propuso aplicar los aumentos consignados en el Presupuesto 2026 al último trimestre del 2025. Lo cierto es que su planteo no fue tenido en cuenta por el recinto, que avanzó con ambas insistencias.
Hasta este martes a última hora, quienes se ocupaban de reunir los votos para voltear los vetos se mostraban preocupados, sobre todo por la ley de financiamiento universitario que, en su media sanción, había alcanzado los dos tercios con un margen muy ajustado. Las maniobras del Ejecutivo, que –casualmente– giró Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a cuatro provincias dos días antes de la votación, generaban sospechas y malestar en la oposición. De hecho, el propio jefe de bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, se hizo eco de la situación en un posteo en la red social X.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/gerpmartinez/status/1968050630897111087?t=oHlT0DP-pLjtpuMfjT6k_A&partner=&hide_thread=false
Finalmente, tras una búsqueda frenética para garantizar los votos, el cambio de posición de los diputados misioneros del Frente Renovador de la Concordia –que se habían ausentado al momento de dar la media sanción a principios de agosto– modificó la balanza para el lado de la oposición. Se conoció un video del exgobernador Oscar Herrera Ahuad, hombre de Carlos Rovira, en el que llamó a defender la educación y la salud pública ante el ajuste del Gobierno Nacional.
Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/herrerayflia/status/1968135737410457863?t=e0hYhHBibNFa9eqagjJi2Q&s=19&partner=&hide_thread=false
Esto se tradujo en el apoyo de los cuatro diputados de Misiones del espacio Innovación Federal, pese a que su provincia fue una de las que recibió $4.000 millones de los $12.500 millones totales que transfirió el Ejecutivo Nacional en los últimos días, en carácter de ATN por “emergencia hídrica”. Además, recibieron transferencias Chaco ($2.500 millones), Santa Fe ($3.000 millones) y Entre Ríos ($3.000).
A este volantazo que pegaron los legisladores misioneros, se plegaron Oscar Zago y Eduardo Falcone del MID, quienes también se habían ausentado al momento de darle media sanción a los proyectos. Otros ex La Libertad Avanza hicieron lo propio: el flamante bloque Coherencia, integrado por Carlos D’Alessandro, Lourdes Arrieta y Marcela Pagano, también se desmarcó del Gobierno. Lo cierto es que los diputados de Coherencia habían tenido distintas posiciones en la votación anterior, ya que en ese entonces, no habían roto con el oficialismo.
“Desde que nos fuimos del bloque de La Libertad Avanza, vemos la realidad de otra manera, porque hoy la Cámara no toma una decisión que excede las coyunturas políticas y las diferencias partidarias”, esgrimió D’Alessandro. Otra diputada que se desmarcó fue Silvia Lospennato (PRO), quien infirió su postura durante su discurso:
“No es cierto que quienes votemos para rechazar el veto querramos voltear al Gobierno, como tampoco es cierto que quienes lo apoyen hayan recibido coimas”, dijo la porteña. Y agregó: “No son kirchneristas quienes no están de acuerdo con algunas decisiones del Gobierno, ni son libertarios los que estén”.
Del bloque PRO también se desmarcaron en ambas votaciones Héctor Baldassi, Sofía Brambilla y Álvaro González. María Eugenia Vidal votó a favor de la ley de salud pediátrica y se abstuvo en el caso del financiamiento universitario, al igual que Ricardo López Murphy. Por su parte, la santafesina Germana Figueroa Casas acompañó la ley universitaria pero se ausentó al momento de votar la ley Garrahan.
Una sorpresa de último momento llegó por el lado del radicalismo: Martín Arjol (del bloque Liga del Interior más conocido como “radicales con peluca”) votó a favor de la ley de universidades –aunque no fue el único-. Los mendocinos Pamela Verasay y Lisandro Nieri (UCR), ambos alineados con el gobernador Alfredo Cornejo, votaron afirmativamente la ley de financiamiento universitario. Pese a la presión recibida en las horas previas para alinearse con el oficialismo —especialmente por el acuerdo electoral sellado entre Cornejo y La Libertad Avanza en Mendoza—, optaron por desmarcarse. En cuanto a la ley de salud pediátrica, se ausentaron, tal como lo habían hecho cuando se votaron las medias sanciones. Verasay, además, es la segunda candidata en la lista a diputados nacionales por Mendoza, detrás de Luis Petri.
Cornejo no fue el único “desobediente”. Otros gobernadores tampoco fueron fieles a Milei, a pesar de acuerdos políticos recientes y del diálogo fluido con el nuevo ministro del Interior, Lisandro Catalán. En Entre Ríos, los radicales Atilio Benedetti y Marcela Antola —ambos cercanos a Rogelio Frigerio— votaron a favor de ambas leyes. Sólo Francisco Morchio, también entrerriano, se ausentó y evitó respaldar el rechazo al veto. En Chaco, Gerardo Cipolini, alineado con el gobernador Leandro Zdero, también se ausentó de ambas votaciones. En definitiva, ninguno de los diputados que responden a gobernadores considerados “afines” a Milei se jugó por el oficialismo —con o sin ATN de por medio—.
Tanto la ley de financiamiento universitario como la de salud pediátrica deberán ser tratadas por el Senado para que el veto quede rechazado de manera definitiva. Con el filtro de diputados atravesado, el Gobierno se acerca que sean tres los vetos rechazados por el Congreso.
Las claves de la ley de Financiamiento Universitario
La Ley de Financiamiento Universitario pretende asegurar recursos estables para las universidades públicas. Entre sus principales medidas se destacan:
-
Recompone los salarios de docentes y no docentes, considerando la inflación acumulada desde el 1 de diciembre de 2023 hasta la sanción de la norma.
Crea un fondo de $10.000 millones para ampliar la oferta de carreras universitarias y preuniversitarias, ajustable anualmente según la inflación y orientado al desarrollo estratégico del país.
Amplía de manera progresiva el monto de las becas estudiantiles.
Establece un aumento escalonado del presupuesto universitario hasta alcanzar el 1,5% del PBI en 2031.
Emergencia pediátrica: los principales puntos del proyecto
El proyecto de Emergencia en Pediatría y Residencias, conocido como Ley Garrahan, establece medidas concretas para hacer frente a la crisis sanitaria infantil:
-
Declara la emergencia en la asistencia pediátrica por un plazo de dos años.
Dispone la recomposición inmediata de los salarios de todo el personal y residentes, que “no podrá ser menor a la que recibían en términos reales en noviembre de 2023”.
Anula el nuevo régimen de becas optativas para residencias implementado por el Ministerio de Salud, recuperando el esquema anterior.