El papa Francisco se encuentra en Singapur para una visita breve de dos días, la cuarta y última etapa de su maratónica gira por el sureste de Asia y Oceanía, que concluirá el viernes.
El Sumo Pontífice se alojará en el país durante 48 horas, donde se espera que brinde una misa en un estadio local. El jueves será recibido en el Parlamento y se reunirá con el presidente Tharman Shanmugaratnam y el primer ministro Lawrence Wong.
El papa Francisco se encuentra en Singapur para una visita breve de dos días, la cuarta y última etapa de su maratónica gira por el sureste de Asia y Oceanía, que concluirá el viernes.
Casi cuarenta años después de la visita de Juan Pablo II, Francisco llegó por la tarde a la ciudad Estado de seis millones de habitantes, donde fue recibido por una buena cantidad de fieles y donde el jueves hablará ante las autoridades y creyentes en una misa.
Singapur es uno de los países más desarrollados de Asia, pero también es blanco de críticas en cuestión de derechos humanos y por la severidad de su sistema judicial, que sigue aplicando la pena de muerte. La ciudad Estado, muy cosmopolita, alberga una mayoría de población de origen chino, e importantes minorías indias y malayas. Los cristianos representan alrededor del 19% de la población, de mayoría budista.
En cuanto a la agenda, el miércoles, décimo día de un viaje frenético, el Papa tiene previsto únicamente un encuentro privado con jesuitas por la tarde. El jueves por la mañana, Jorge Bergoglio será recibido en el Parlamento y se reunirá con el presidente Tharman Shanmugaratnam y el primer ministro Lawrence Wong. Posteriormente pronunciará un discurso ante las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.
Pese a sus problemas de salud y el fatigoso ritmo de este viaje de 12 días, el más largo y lejano de su pontificado, el jefe de la Iglesia católica, de 87 años, se mostró en buena forma y sonriente.
La gira concluirá el viernes tras un viaje de 33.000 kilómetros por los cuatro países, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
En su último día en Indonesia, el papa Francisco lamentó la existencia de "dramáticas crisis y guerras" que amenazan el futuro de la humanidad. El Sumo Pontífice instó a los líderes religiosos a combatir los conflictos generados por el uso indebido de la religión. Además, animó a los presentes a "sembrar amor" recorrer el "camino del diálogo" para ser "constructores de unidad y paz".
Francisco participó de un encuentro en la mezquita Istiqlal de Yakarta, donde advirtió a las varias religiones presentes en Indonesia que "las grandes, y algunas veces, dramáticas crisis que amenazan el futuro de la humanidad, particularmente las guerras y conflictos, y por desgracia alimentados también por las instrumentalizaciones religiosas”.
También remarcó a los líderes religiosos a “contribuir a construir sociedades abiertas, cimentadas en el respeto recíproco y en el amor mutuo, capaces de aislar las rigideces, los fundamentalismos y los extremismos, que son siempre peligrosos y nunca justificables”.
Por último, señalo que "las diferencias no sean motivo de conflicto, sino que se encuentren armónicamente en la concordia y el respeto recíproco”. Además, durante la homilía en el estadio Gelora Bung Karno, en Yakarta, Francisco llamó a escuchar la Palabra del Señor.
"Los animo a sembrar amor, a recorrer confiados el camino del diálogo, a seguir manifestando vuestra bondad y amabilidad con la sonrisa típica que los caracteriza, para ser constructores de unidad y de paz", expresó. También alentó a que: "El Señor nos pide ir mar adentro, alejándonos de las orillas pantanosas de los malos hábitos, de los miedos y de las mediocridades, para atrevernos a emprender una nueva vida.”