La misa del papa Francisco en Timor Oriental congregó a 600.000 personas

Se trata de casi la mitad de la población, de la cual al menos el 97% en católica. Representó la mayor participación en un evento papal de la historia.

El papa Francisco encabezó una masiva misa en Timor Oriental, la cual convocó a 600.000 fieles. Se trató de uno de los momentos culminantes de su maratónica gira en Asia-Pacífico.

La misa, celebrada en una explanada costera, representa un importante desafío físico para el pontífice de 87 años, que estuvo presente durante casi tres horas y dio una vuelta en el papamóvil entre la multitud, con temperaturas superiores a los 30 ºC.

El pontífice argentino fue recibido como una estrella de rock el lunes, con decenas de miles de devotos concentrados en las calles de la capital Dili, gritando y ondeando banderas.

En total, unas 600.000 personas se congregaron en la explanada y sus alrededores, el equivalente de casi la mitad de la población del país, indicó en un comunicado el Vaticano citando una estimación de las autoridades locales. Este pequeño país con un 98% de población católica es la tercera parada del pontífice en su larga gira de 12 días que culminará en Singapur después de visitar Indonesia y Papúa Nueva Guinea.

En su primer día en Timor Oriental se dirigió a las autoridades para celebrar el periodo de "paz y libertad" en el país tras su independencia en 2002, pero les urgió a prevenir los abusos contra los jóvenes que han causado escándalos de pederastia en la Iglesia local.

El principal evento de esta visita es la misa en los humedales de Tasitolu, en la capital, que puede ser una de las más multitudinarias de sus 13 años de papado.

Decenas de miles llegaron al amanecer, con paraguas con los colores amarillo y blanco del Vaticano para protegerse del inclemente sol, para asistir a la celebración. "Estoy agradecida de poder participar en esta misa sagrada. No sé si podría todavía venir si el Papa hubiera venido de visita unos años después", dijo Felicidade do Rosario, una ama de casa de 49 años.

En 2023, alrededor de un millón de personas se congregaron en Kinshasa, la capital de República Democrática del Congo, para la visita del papa. Aunque el récord de su papado fue en la capital de Filipinas, Manila, en 2015, donde se estima que el jesuita argentino reunió a seis millones de personas.

En un discurso en la catedral de Dili, Francisco pidió a los creyentes que difundan "el perfume del Evangelio" contra el alcoholismo, la violencia y la falta de respeto a las mujeres. "Es un orgullo para nosotros. Es una bendición de Dios para nosotros, para la gente de esta tierra", dijo Atanasio Sarmento de Sousa, miembro del comité organizador de la visita de Francisco. Se trata de la segunda vez que un Papa acude a este pequeño país después de Juan Pablo II.

Destacando la alegre presencia de numerosos niños en el joven país del sudeste asiático, Francisco señaló que sólo haciéndonos niños "permitimos la acción de Dios en nosotros", como María, "a quien hoy veneramos como Reina", es decir, "como madre de un Rey que quiso nacer pequeño, para hacerse hermano nuestro", explicó refiriéndose al pasaje evangélico de Lucas durante la misa.

El papa Francisco lamentó la existencia de "dramáticas crisis y guerras" que amenazan el futuro de la humanidad

En su último día en Indonesia, el papa Francisco lamentó la existencia de "dramáticas crisis y guerras" que amenazan el futuro de la humanidad. El Sumo Pontífice instó a los líderes religiosos a combatir los conflictos generados por el uso indebido de la religión. Además, animó a los presentes a "sembrar amor" recorrer el "camino del diálogo" para ser "constructores de unidad y paz".

Francisco participó de un encuentro en la mezquita Istiqlal de Yakarta, donde advirtió a las varias religiones presentes en Indonesia que "las grandes, y algunas veces, dramáticas crisis que amenazan el futuro de la humanidad, particularmente las guerras y conflictos, y por desgracia alimentados también por las instrumentalizaciones religiosas”.

Papa Francisco Indonesia

También remarcó a los líderes religiosos a “contribuir a construir sociedades abiertas, cimentadas en el respeto recíproco y en el amor mutuo, capaces de aislar las rigideces, los fundamentalismos y los extremismos, que son siempre peligrosos y nunca justificables”.

Por último, señalo que "las diferencias no sean motivo de conflicto, sino que se encuentren armónicamente en la concordia y el respeto recíproco”. Además, durante la homilía en el estadio Gelora Bung Karno, en Yakarta, Francisco llamó a escuchar la Palabra del Señor.

"Los animo a sembrar amor, a recorrer confiados el camino del diálogo, a seguir manifestando vuestra bondad y amabilidad con la sonrisa típica que los caracteriza, para ser constructores de unidad y de paz", expresó. También alentó a que: "El Señor nos pide ir mar adentro, alejándonos de las orillas pantanosas de los malos hábitos, de los miedos y de las mediocridades, para atrevernos a emprender una nueva vida.”

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