En el corazón de la provincia de Mendoza, rodeado de montañas y cielo limpio, se alza un pequeño poblado que conjuga belleza natural, legado histórico y opciones recreativas para todos los gustos. Su ubicación privilegiada, dentro del circuito andino, lo convierte en un destino con proyección tanto nacional como internacional.
Durante las vacaciones de invierno, este paraje cobra especial protagonismo. Lejos del bullicio citadino, quienes llegan hasta aquí encuentran no solo un descanso profundo, sino también la oportunidad de reconectarse con la naturaleza. Las bajas temperaturas intensifican la experiencia, sumando encanto a los paisajes nevados y a las actividades al aire libre.
En este escenario se destaca Uspallata, una localidad que no solo ofrece postales inolvidables, sino también una serie de atractivos culturales, naturales y deportivos capaces de satisfacer a todo tipo de viajeros.
Ruinas de Paramillos de Uspallata, Mendoza
Instagram @minasdeparamillos
Dónde queda Uspallata
Ubicada en el departamento de Las Heras, Uspallata se encuentra a unos 100 kilómetros al noroeste de la ciudad de Mendoza. Inserta en la cordillera de los Andes, forma parte del eje que conecta Argentina con Chile a través del Paso Internacional Los Libertadores, sobre la Ruta Nacional 7.
Este enclave andino es frecuentado tanto por turistas como por viajeros que se dirigen hacia el vecino país. Sin embargo, muchos deciden detenerse aquí para descubrir su riqueza paisajística y patrimonial, antes de continuar camino.
Qué puedo hacer en Uspallata
La historia de Uspallata se hace visible en construcciones como las Bóvedas, un conjunto de hornos de fundición que datan del siglo XVIII y que formaron parte de la explotación minera en tiempos coloniales. Hoy funcionan como centro interpretativo del pasado regional.
Otro sitio imperdible es el Cerro Tunduqueral, a solo siete kilómetros de la villa. En sus rocas se conservan más de 400 grabados rupestres, testimonio de las antiguas culturas que habitaron la zona. La importancia del lugar fue reconocida con su inclusión en el Sistema Vial Andino, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.
Para quienes disfrutan del trekking, el Cerro de los Siete Colores de Mendoza es una alternativa que sorprende. A diez kilómetros de Uspallata, en plena precordillera, ofrece una caminata con vistas al Aconcagua. Sus formaciones multicolores son comparables con las de la Quebrada de Humahuaca, aunque en un entorno menos transitado.
La aventura también tiene su espacio en Uspallata. El rafting en el río Mendoza ofrece tramos de diversa dificultad, ideales para principiantes y expertos. Es posible combinar adrenalina y paisaje en una sola actividad, rodeado de montañas nevadas y caudalosos ríos.
Paramillos de Uspallata, Mendoza
Instagram @minasdeparamillos
Cómo llegar a Uspallata
Desde la ciudad de Mendoza, el acceso más directo es por la Ruta Nacional 7 hacia el oeste. Este corredor vial atraviesa el piedemonte y la cordillera, conectando de forma eficiente la capital provincial con el pueblo.
El trayecto, de aproximadamente una hora y media en auto, es también una experiencia visual. La ruta serpentea entre cerros y ríos, ofreciendo panorámicas que anticipan el tipo de escenario que aguarda en destino.
Uspallata también cuenta con conexiones mediante servicios de ómnibus de media distancia, que permiten acceder al lugar sin necesidad de vehículo propio. En temporada alta, muchas agencias turísticas de Mendoza incluyen este punto dentro de sus excursiones regulares.