Durante estos últimos meses, en las redes sociales comenzaron a aparecer videos en donde diferentes gatos le ladran a otra mascota. Si bien es cierto que esta clase de videos han generado la risa de infinidad de usuarios, al ser animales tan enigmáticos y astutos, sorprenden con sus actitudes y comportamientos inusuales y muchos se preguntas si es posible que esta clase de felinos puedan aprender a ladrar.
Una de las características de los gatos que más sorprende a los humanos es la capacidad que tienen estos de desarrollar nuevos hábitos inesperados, adoptando incluso, comportamientos de otras especies. Conocé los detalles.
A qué se debe la teoría de los gatos que ladran según expertos
En primer lugar se debe aclara que, en términos estrictos, los gatos no pueden ladrar como lo hacen los perros. Esto se debe a que ambos animales presentan diferentes estructuras vocales que les permiten emitir sonidos distintos. Los felinos se destacan por sus maullidos, ronroneo, bufidos y gruñidos, pero no tienen la capacidad anatómica de producir un ladrido verdadero.
Según Experto Animal, los gatos puede imitar el comportamiento de sus cuidadores humanos o de otros animales con los que convive. Es por eso que algunos de ellos podría imitar sonidos similares a los de un perro.
Por su parte, el blog Purina sostiene que los gatos son también animales que llaman la atención de las personas que se encuentran a su alrededor. Además, aclaran que en algunas ocasiones los maullidos intensos y roncos, sobre todo cuando están asustados o frustrados, pueden parecerse vagamente a un ladrido corto. Estos sonidos que son inusuales no son un ladrido real sino que son una manifestación de la vocalización felina que puede sonar como se menciona con anterioridad.
Otro ejemplo que explican los expertos es que el gato al toser o tener problemas con una bola de pelo, emite un sonido grave y abrupto que algunos pueden compararlo con un ladrido ahogado. Algunas razas de estos felinos como el siamés, son conocidas por tener una amplia gama de vocalizaciones inusuales que puede llevar a que su maullido se asemeje a un ladrido.