Para cuidar a un gato no sólo hay que enfocarse en el alimento, el afecto o la limpieza, sino que también requiere atención a los detalles del cuidado sanitario. Uno de los errores más frecuentes y peligrosos que comenten quienes conviven con felinos es el uso inapropiado de productos antiparasitarios. Lo que parece un gesto cotidiano puede convertirse en una situación de emergencia médica.
Un caso reciente ocurrido en Ibiza reavivó las alarmas sobre este problema. Un gato callejero fue intoxicado gravemente tras la aplicación de una pipeta destinada a perros, lo que derivó en síntomas neurológicos severos. Este tipo de productos, si no son específicos para gatos, pueden ser altamente tóxicos.
El episodio dejó en evidencia un problema común y evitable: no todos los antiparasitarios sirven para cualquier mascota. Usar el producto adecuado puede garantizar que el animal de compañía mantenga una buena salud y no se tenga que realizar una visita de emergencia al veterinario.
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Uno de los errores más peligrosos que cometen muchas personas es aplicar a sus gatos pipetas antiparasitarias diseñadas para perros. Luego del tratamiento de un gato intoxicado con permetrina, la Clínica Veterinaria San Jorge de Ibiza, comentó que este componente común en productos caninos puede resultar letal para los felinos. Los gatos no metabolizan esta sustancia como los perros, por lo que incluso una pequeña dosis puede desencadenar convulsiones, temblores o problemas de coordinación.
Entre los síntomas que deben encender una alerta se encuentran vómitos, pupilas dilatadas, salivación excesiva, descoordinación y, en los casos más graves, pérdida de conciencia o coma. Si el animal presenta cualquiera de estos signos tras la aplicación de un producto, es vital acudir de inmediato al veterinario, sin intentar remedios caseros ni inducir el vómito.
Para evitar estas intoxicaciones, las clínicas recomiendan leer siempre las etiquetas de los productos, comprar en lugares especializados, y consultar con profesionales antes de aplicar cualquier tratamiento. Además, si conviven gatos y perros, se aconseja separarlos temporalmente luego de aplicar productos en los caninos para evitar el contacto indirecto.
Pero la permetrina no es la única amenaza. Muchos productos de limpieza del hogar, como los que contienen amoníaco o cloro, también representan un riesgo si los gatos los inhalan o caminan sobre superficies recién tratadas. Del mismo modo, ciertos alimentos como el chocolate, la cebolla o las uvas, y plantas decorativas comunes como los lirios o el ficus, pueden provocar desde malestares digestivos hasta intoxicaciones graves.