Las milanesas son un plato infaltable en cualquier hogar argentino y, aunque la receta básica es sencilla, hay tantas versiones como cocineros. Además, hay varios trucos para conseguir que salgan perfectas, como añadir dos ingredientes secretos para realzar su sabor y que queden súper crocantes.
A veces puede resultar difícil encontrar el punto justo para que la milanesa no quede demasiado blanda (probablemente porque absorbió demasiado aceite) y tampoco muy seca, lo que le hace perder textura y sabor. Es importante partir de la base de una buena carne, tierna y sin nervios ni partes duras.
La clave para que queden crocantes está en los ingredientes secretos que se utilizan tanto para la marinada como para el empanado. Si bien estas preparaciones suelen variar a gusto de la persona que cocina, está demostrado que con estos añadidos el resultado es espectacular.
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Los ingredientes secretos que podés sumar a tus milanesas
Un ingrediente secreto que añade mucho sabor a las milanesas es la mostaza. La clave es añadir tres cucharadas generosas a la mezcla de huevos, sal, ajo y perejil con la que vas a marinar la carne antes de empanarla. Puede ser mostaza común, suave, dijon o la que tengas en tu casa: todas le darán un toque extra.
Para que las milanesas queden crocantes, el truco es hacer el rebozado con panko, un tipo de pan rallado japonés que se caracteriza por tener una textura más seca y crujiente. En vez de tener una consistencia arenosa, viene en "escamas" que se hacen a partir de la miga de pan de molde blanco sin corteza.
La gran ventaja del panko es que no se apelmaza y absorbe menos aceite. De esta manera, el rebozado queda más crujiente, ligero y con una textura hojaldrada que lo diferencia del pan rallado tradicional. Además, al tratarse de copos o escamas, se distribuye mejor y la corteza queda más aireada.