Una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos menores con vivienda propia, necesitó en septiembre $1.255.934 para no ser pobre y $674.757 para cubrir la canasta alimentaria y no caer en la indigencia, según informó el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Idecba).
Ambos indicadores subieron un 2,1% mensual, mientras que en términos interanuales la línea de pobreza aumentó 26,4% y la de indigencia 23,7%, frente a una inflación del 2,2% en el mismo período.
El informe del organismo detalla los tramos sociales en función del ingreso familiar:
En el segundo trimestre del año, la pobreza alcanzó a 650.000 personas (21,1%) y la indigencia a 183.000 (6%). Medido en hogares, el 16,9% se encontraba por debajo de la línea de pobreza y el 4% en situación de indigencia.
En la comparación interanual, el Idecba registró una reducción de 129.000 hogares y 339.000 personas pobres. “Los aumentos en los ingresos, laborales y no laborales, superaron a la suba de precios, generando una baja interanual por tercer trimestre consecutivo”, explicó el organismo.
El 23,5% de los hogares pobres no alcanza a cubrir la canasta alimentaria. Los mayores niveles de pobreza se concentran en la Zona Sur (25,4%) y en hogares con niños menores de 14 años (27%). En ese grupo etario, el 32,5% de los niños, niñas y adolescentes viven en hogares pobres, una mejora frente al 45,4% del año pasado.
Los hogares en pobreza tienen, en promedio, 2,9 integrantes, frente a 2,3 en el promedio general. El ingreso medio de un hogar indigente es de $96.381, mientras que el de un hogar pobre no indigente asciende a $279.303. Para salir de la pobreza, cada hogar necesitaría recibir $351.165 adicionales, lo que representa un 34,4% del costo de la canasta básica total.
El informe también muestra una expansión de los sectores medios y acomodados, que hoy abarcan al 63,9% de los hogares porteños. La clase media representa el 53,1% y los sectores altos, el 10,8%.
En conjunto, los hogares en condición de vulnerabilidad, pobres más vulnerables, representan el 26,8% del total, cifra que un año atrás llegaba al 38,3%.