El ex River y Selección Argentina que sufrió depresión: pocos lo sabían

El exjugador contó que atravesó un momento muy difícil mientras militaba en un grande de Europa, y estuvo muy cerca de abandonar el deporte. Hoy ayuda a los futbolistas desde otro lugar.

La exigencia que rodea a los futbolistas de élite puede ser difícil de soportar, especialmente cuando los cambios en la carrera son muy bruscos. Hoy en día se presta más atención a la salud mental de los jugadores, pero siempre fue un tema grave, como lo reveló un ex River y Selección argentina que sufrió depresión.

Se trata de Matías Almeyda, quien contó que pasó una etapa complicada en el Inter de Milán, club en el que jugó entre 2002 y 2004. "Tuve cinco años que sufrí bastante y fui ayudado por mi familia, por profesionales. Fui con (Massimo) Moratti y le dije que no quería jugar más. Tenía dos años más de contrato en ese momento", contó el entrenador del Sevilla en conferencia de prensa.

"Al 95% de los futbolistas, al otro día que dejó de jugar, el teléfono no le suena nunca más. Te llaman cada tanto para hacerte un reportaje. La cantidad de amigos que tenías no están más", sostuvo. "Fui amigo de (Diego) Maradona. Al mejor le pasó lo mismo. Entonces, si le pasó a él, le va a pasar a todos", remarcó.

almeyda sevilla

En su caso, contó Almeyda, tomarse una pausa del fútbol lo ayudó. "Yo jugué hasta los 30 en el Inter. No tenía más ganas de jugar al fútbol y me fui al campo, con las vacas, los caballos. Tuve una gran depresión. A los 35 decidí regresar, después de no entrenar y volví a River. Fue mi mejor etapa como futbolista", aseguró.

El presente de Matías Almeyda

Matías Almeyda asumió como técnico del Sevilla en junio de 2025, tras firmar un contrato por tres temporadas. Antes había pasado por el club como jugador entre 1996 y 1997. Según contó, el objetivo es que el equipo "vuelva a ser competitivo, que vuelva donde ha jugado otros años, no los últimos dos".

Una de sus prioridades es poner el foco en lo humano y en el estado de ánimo de sus jugadores. "Desde que soy entrenador me he convertido en una especie de casi psicólogo. Detecto al depresivo, al que durmió mal por diferentes motivos, al que tiene una cara extraña porque no lo pongo. Por eso voy a confrontar con ellos de una manera leal y desde lo más profundo del corazón, para poder sacar todo lo que tienen adentro", explicó.