La misión de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), diseñada para utilizar la luz solar como medio de propulsión, experimentó un contratiempo técnico. Esta misión, llamada Advanced Composite Solar Sail System (ACS3), es parte de un ambicioso plan que pretende desarrollar nuevas tecnologías para explorar el espacio utilizando velas solares. Sin embargo, tras el lanzamiento en abril, el equipo de la agencia espacial estadounidense detectó un problema en uno de los componentes clave de la nave, lo que puso en pausa su desarrollo.
El problema surgió cuando, después de desplegar los mástiles que sostienen la vela solar, uno de ellos mostró un ligero doblez. Esto generó preocupaciones sobre el desempeño de la misión en el futuro, ya que la deformación podría afectar la maniobrabilidad y los objetivos del ACS3. A pesar del inconveniente, los ingenieros están trabajando para evaluar el impacto de este problema y continuar con la recolección de datos que podrían ser fundamentales para futuras misiones espaciales.
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Qué sucedió con la misión de la nave con la vela solar que lleva a cabo la NASA
El proyecto ACS3 de la NASA fue lanzado en abril de 2024 con el objetivo de probar una tecnología revolucionaria basada en la propulsión por velas solares, que utiliza la luz del Sol en lugar del viento o combustibles convencionales. La nave fue puesta en órbita a una altitud de 966 kilómetros sobre la Tierra, y tras el despliegue de sus mástiles, se descubrió que uno de ellos presentaba un leve doblez, lo que generó una preocupación inmediata dentro del equipo de ingenieros. Esta deformación en la estructura fue observada después de que la nave desplegó completamente su vela cuadrada de 9 metros de lado, que es sostenida por cuatro mástiles de 7 metros cada uno.
El contratiempo llevó a los especialistas a reevaluar si esto afectará la capacidad de la nave para seguir con su curso planificado. Aunque se trata de una tecnología experimental, la agencia espacial estadounidense confía en que la misión, a pesar de este problema inicial, pueda seguir adelante. Su objetivo principal es evaluar cómo se comportan estas estructuras desplegables en el espacio, y los datos que se obtengan serán muy importantes para el desarrollo de futuras naves que utilicen esta tecnología.
A pesar de que la misión logró avances importantes, como el despliegue exitoso de la vela, los obstáculos no fueron pocos. Un problema en el monitor de energía ocasionó que la nave experimentara dificultades para desplegar sus mástiles a tiempo. Además, el sistema de control de actitud, encargado de mantener la orientación correcta de la nave, se desactivó, lo que dejó a la nave girando sin control en el espacio. Actualmente, los ingenieros trabajan para reposicionar la nave y restablecer el sistema, lo que permitirá que reciba la energía solar necesaria para continuar su recorrido.
Por ahora, la NASA espera superar estos desafíos para que la misión pueda continuar y proporcionar los datos que permitan avanzar en el diseño de futuras naves solares. Si bien los contratiempos técnicos dificultaron el progreso, el equipo de esta agencia sigue trabajando para garantizar que el ACS3 cumpla con su objetivo de probar esta tecnología.