Las papas fritas de McDonald’s son consideradas por muchos como las más ricas del mundo de la comida rápida. Su sabor distintivo, su textura crujiente y su dorado perfecto las convierten en un clásico que parece imposible de imitar. Pero, ¿qué es lo que las hace tan especiales? La respuesta está en un ingrediente que no todos conocen y que fue revelado por la revista Reader’s Digest.
Desde sus orígenes, la receta de estas papas ha incluido más que papas, aceite y sal. En total, la preparación contempla alrededor de diez ingredientes, entre los que se encuentran aceites vegetales diversos —como el de canola, maíz y soja—, dextrosa, pirofosfato ácido de sodio y otros aditivos que ayudan a conservar su color y textura. Sin embargo, hay un elemento clave que marca la diferencia: un saborizante de carne vacuna elaborado a partir de la leche, responsable de ese gusto característico.
Este detalle tiene su historia. En las primeras décadas, las papas se freían en aceite mezclado con grasa de res, siguiendo la costumbre estadounidense. Con las críticas por el exceso de grasas saturadas en los años 80, McDonald’s decidió reemplazar esa práctica por el actual saborizante, que mantiene la esencia original sin recurrir a la fritura en carne.
Cuál es el ingrediente secreto que tienen las papas fritas de McDonalds
La revista Reader’s Digest aclaró que este saborizante de carne no se usa en todos los países. En Estados Unidos sí forma parte de la receta oficial, mientras que en gran parte de Europa y otras regiones, las papas son elaboradas con aceites vegetales y aditivos de origen no animal. En lugares como Reino Unido, por ejemplo, se garantiza que la preparación es completamente vegana, lo que marca una diferencia notable con respecto a la versión estadounidense.
Papas fritas
La receta original incluía fritura en grasa de res, reemplazada en los 80 por un saborizante.
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Así, el secreto detrás de las papas fritas más famosas del planeta no solo está en la técnica de cocción, sino también en un ingrediente que despierta sorpresa entre los consumidores y explica por qué es tan difícil replicar ese sabor inconfundible.