El secretario de Asuntos Públicos de CABA, Waldo Wolff, informó que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires analiza enviar un proyecto para endurecer las penas de los cuidacoches, más conocidos como "trapitos", en Capital Federal.
En enero la policía de la Ciudad dictó contravenciones a más de 600 cuidacoches.
El secretario de Asuntos Públicos de CABA, Waldo Wolff, informó que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires analiza enviar un proyecto para endurecer las penas de los cuidacoches, más conocidos como "trapitos", en Capital Federal.
La medida surgió luego del caso del médico que fue agredido por un trapito en el barrio de Flores por negarse a pagarle. "Vamos a llevar al poder legislativo el endurecimiento de la pena para que no quede solo en una contravención cuando un trapito sea detenido", contó el funcionario porteño en comunicación con Radio Rivadavia.
"Hay que discutirlo en la legislatura dentro de la figura de cohecho, de amenaza, de intimidación y que pueda quedar detenido", agregó al tiempo que contó que el trapito que agredió al médico de Flores se encuentra detenido.
Wolff también reveló que en enero, la policía de la Ciudad detuvo a más de 600 trapitos, a los que se les hizo una contravención pero no los pueden detener si no hay agresiones.
"Se trata, en su mayoría, de personas indigentes que vienen a la ciudad por una situación de pobreza del conurbano. Hoy con la legislación que tenemos, a pesar de las contravenciones que hacemos, estas personas no quedan detenidos", agregó.
Wolff pidió que la gente "se acostumbre a denunciar", pero que a su vez "todos los legisladores de todos los partidos se tienen que comprometer" para apoyar el proyecto.
Un médico fue brutalmente atacado por un grupo de trapitos cuando se negó a pagarles lo que le pedían en el barrio porteño de Flores. El hecho ocurrió cerca del mediodía del sábado 1° de enero cuando el profesional llegó con su vehículo a la zona intentando estacionar su Volkswagen gris, mientras era guiado por uno de los cuida coches que aparecen en escena, tomadas por las cámaras de seguridad del lugar.
En la misma secuencia se puede ver que mientras esperaba a que terminara de estacionar, un hombre le hacía señas para pedirle el dinero por el cuidado del auto y al mismo tiempo se acercó a un palo que estaba tirado en el suelo. “Esta es nuestra cuadra”, gritaron los agresores.
Sin embargo, ante su insistencia, el conductor se negó a pagarle, se bajó del vehículo y directamente lo empujó para alejarlo de la puerta mientras el hombre se agachaba para agarrar el palo que tenía un clavo.