El astro Lionel Messi se refirió a la muerte del entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, que se produjo el miércoles a sus 69 años, y expuso su acompañamiento a sus allegados en medio de la conmoción en el fútbol.
El astro lamentó el fallecimiento del entrenador de Boca, que se produjo el miércoles a sus 69 años, y expuso su acompañamiento hacia sus allegados.
El astro Lionel Messi se refirió a la muerte del entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, que se produjo el miércoles a sus 69 años, y expuso su acompañamiento a sus allegados en medio de la conmoción en el fútbol.
En su cuenta de la red social Instagram, Messi marcó su apoyo a la familia del DT, quien murió en su casa mientras atravesaba una internación domiciliaria. "QEPD, Miguel. Mi más sentido pésame a su familia, amigos y a toda la gente cercana", expresó.
El reconocimiento a la trayectoria de Russo trasciende fronteras y no solo aquellas en donde dejó su huella: el entrenador, quien falleció el miércoles a los 69 años luego de batallar durante casi una década contra una larga y compleja enfermedad, fue despedido no solo por los clubes por los que pasó, sino también por sus más acérrimos rivales, además de futbolistas ampliamente reconocidos como Messi.
El entrenador continuaba ligado al fútbol, considerado un símbolo de sabiduría y experiencia en los bancos argentinos. Su carrera, que combina títulos, momentos de gloria y batallas personales, lo posiciona como una de las figuras más respetadas del deporte nacional.
A través de redes sociales, Real Madrid y Barcelona expresaron su pésame no solo al Xeneize, sino también a los seres queridos y los familiares del DT. "El Real Madrid C. F., su presidente y su Junta Directiva lamentan profundamente el fallecimiento de Miguel Ángel Russo", expresaron desde la Casa Blanca a través de un comunicado, mientras que la institución catalana hizo lo propio a través de un mensaje en X.
Russo tuvo un breve paso por el fútbol español en la temporada 98/99 luego de su primer ciclo en Rosario Central. Dirigió la Unión Deportiva Salamanca, que por ese entonces estaba en la Primera División y ahora milita en la Segunda División B. Aquella, su única excursión por el Viejo Continente, no fue del todo satisfactoria: dirigió 16 partidos, 14 por La Liga y dos por la Copa del Rey, de los cuales ganó cuatro, empató cuatro y perdió ocho. Al finalizar el torneo, el equipo perdió la categoría.