Se podría decir que lo suyo fue una transformación camaleónica televisada. Rómulo Tirri tenía 31 años cuando entró al mundo de la televisión, casi de casualidad. Era 2003 y el canal Playboy realizaba castings para descubrir nuevas “conejitas” para su pantalla local y un amigo camarógrafo le envío un mensaje: "Venite que hay 40 minas que se van a poner en pelotas".
Sin dudarlo, este joven nacido en Lanús respondió al mensaje y acordó hacerse pasar por iluminador para poder entrar el set, lleno de jovencitas nerviosas por la prueba de cámara. "Me metí y arranqué: ‘¿Cómo estás bebé? Imaginate que estamos solos en un ascensor, ¿Qué me harías? ¿Cuál es tu fantasía?’", fueron las palabras que el infiltrado utilizó para ayudar a las participantes a desconstracturar.
Lejos de molestar, su interacción generó efecto y una productora quedó sorprendida por su desempeño y lo invitó a participar de un casting. "Me tiró que tenía que ser un chef italiano. A mí al toque se me vino a la mente Donato de Santis y ahí tiré lo de Nino Dolce, 'il cucinero del amore'. A la mina le encantó y me dijo: 'Sos vos'. Me dio tres meses para ponerme fit. Metí fierros todos los días. Parecía Arnold Schwarzenegger", recordó en una entrevista para Clarín sobre el nacimiento de su nueva identidad, la que lo haría conocido.
Lo que llegó de manera casi azarosa, se extendió por muchos años: el cocinero hot estuvo en la pantalla del canal erótico hasta 2015, convirtiéndose en una de las caras principales de la programación. "Cocinaba, improvisaba y tocaba culos. Era una especie de Olmedo... Los CEO de Playboy Latinoamérica no querían que vayan Luciana Salazar o Pamela David, que también tenían sus programas, me pedían a mí para los viajes. Se estallaban de risa. La fórmula humor, cocina y sexo funcionó", relató.
Nino Dolce junto a Mariano Peluffo
El gran salto a la popularidad le llegó en 2007 cuando Telefe lo convocó para ser parte de la primera edición con celebritys del arrollador Gran Hermano. Cinthia Fernández, Pachu Peña, Amalia Granata y Carlos Nair Menem, entre otros, fueron algunos de los famosos que participaron del reality conducido, en aquel momento, por Jorge Rial.
Su estadía en la casa “más famosa del país” estuvo repleta de fuertes discusiones con varios de sus compañeros, gritos y crisis de llantos. Sin embargo, hubo una escena que se volvió imborrable para los televidentes.
En una de las tantas acaloradas charlas, el mediático no pudo reprimir su ira y golpeó su cabeza contra una pared, ocasionando la preocupación del resto de los concursantes. “Un boludo me dijo: ‘Hacé quilombo que es lo que garpa’. Y viste que yo soy... Encima eso salió en vivo. Pero yo había tocado la pared y era durlock. La había testeado, no me dolió”, reveló años después en un reportaje.
Apenas 23 días duró su paso por el programa pero le sirvió para multiplicar su presencia en la televisión abierta y que lo conozcan millones de argentinos. Y no sólo a él, sino también a su novia Valeria Degenaro. El conductor y la bailarina se habían conocido trabajando en Playboy TV y mantenían un intenso romance con el que recorrían los programas de chimentos.
En una de esas visitas al programa de Viviana Canosa, la producción pasó un video donde se lo veía a Dolce a los besos con una vedette, algo que desató el enojo de Degenaro que exigió ir al corte. Fuera del aire, la pareja mantuvo una fuerte discusión que terminó con un accidente, que luego fue transmitido. “Yo le quise tirar el agua y él entendió que le quise romper la cara, lo atajó como una pelota y se rompió el vaso”, explicó varios años después la modelo.
Una vez finalizada la tormentosa relación, el cocinero comenzó una romance con una casi desconocida Noelia Pompa. La bailarina había cobrado algo de popularidad por integrar Los Grosos, una banda musical que interactuaba con Marcelo Tinelli en las previas del Bailando por un Sueño.
“Mi realidad era un caos. Y mi vida era un caos, un remolino, y por eso el tema de la religión", recordó en 2021 luego de relatar cómo se produjo su acercamiento al judaísmo y su alejamiento de la exposición. Sin embargo, hubo un paso previo para que esto ocurra: por consejo de un amigo, un integrante de Los Auténticos Decadentes, se fue de retiro espiritual al Amazonas. “Armé la mochila y me fui a un lugar bastante rústico. La idea es encontrarte con vos mismo, no tenés dispositivos, ni redes, tenés que enfrentarte a tus quilombos”, explicó sobre la experiencia que inició "por dos semanas y me terminé quedando 11 meses”.
Cuando regresó de la selva se dio cuenta de que ya no le interesaba la vida que conocía y dio el volantazo. "En el 2015 me metí en la práctica espiritual, empecé ir al templo. En 2016 me hice la circuncisión, hice cosas que no había hecho de chico, pero fui judío de toda la vida", confesó sobre su nuevo estilo de vida.
Nino Dolce conduce un programa radial religioso
Fue entonces que llegaría una tercera identidad para este personaje: Noah Ben Sarah reemplazó a Nino Dolce que, a su vez, había borrado un poco a Rómulo. "Voy mucho a templos a dar charlas sobre esta experiencia de cómo arranqué, de mi paso por Playboy, de que estuve súper expuesto en los medios, de que fui al Amazonas y estuve casi un año con los chamanes, de la ayahuasca. Eso me abrió la puerta a la espiritualidad, y les explico que a partir de eso la encaminé a la religión, que es como que te ordena un poquito las cosas", describió sobre su nueva etapa.
Con el tiempo, regresó a los medios pero desde otro lugar. Ahora conduce un programa radial con temática religiosa donde comparte sus experiencias y acerca a los jóvenes a la religión.
Nino Dolce en su última visita a Almorzando con Mirtha Legrand