Jueces de un lado. Jueces del otro. Y en el medio, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. La foto, que trascendió porque le dieron difusión miembros de la Cámara Federal de Casación Penal que participaron del encuentro, ocurrió el último martes, 24 horas antes de que las fuerzas federales de seguridad, bajo mando de la flamante libertaria y exPro, protagonizaran una nueva jornada represiva en las inmediaciones del Congreso. Un jornada que incluyó que le pisaran la cabeza y detuvieran a Tomas Cuesta (ya liberado), un fotógrafo que estaba haciendo su trabajo en el lugar de los hechos.
Entre las fotos y la represión (por lo general a manifestaciones en las que se pretende defender los derechos de los jubilados) se mueve la ministra de Seguridad. Entre la política, mucho más presente este año que el anterior, y la gestión. Entre visitas institucionales (como la que hizo a Casación, en Comodoro Py, esta semana), fotos, campaña (lo que incluyó afiliarse a la Libertad Avanza) y el manejo de las fuerzas, situación para la que se apoya cada vez más en su segunda, Alejandra Monteoliva, quien interpreta los deseos de su jefa sin dificultad, aunque con cierto recelo por parte de las autoridades de las fuerzas de seguridad.
“El triunfo de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires los envalentonó. A pesar de que es un triunfo pequeño, que no refleja -al menos por ahora- lo que venía pasando en otras provincias, lo aprovecharon para afilar la narrativa. Montados sobre la derrota del PRO y sobre un supuesto aval al manejo de las calles en la Ciudad”, analizó una fuente que conoce los pasillos del poder y dialoga con referentes de la Libertad Avanza.
Ese supuesto envalentonamiento quedó en evidencia el último miércoles en la brutalidad desplegada por las fuerzas federales de Seguridad. A los habituales gases lacrimógenos, los empujones e insultos; las fuerzas le agregaron un particular (aunque no novedoso) encono con los cronistas y camarógrafos, periodistas al fin. Varios reporteros fueron agredidos a golpes y empujones, dos fotorreporteros fueron detenidos y a uno de ellos, incluso, le apretujaron la cabeza contra el piso con una rodilla. Extrañas formas de cuidar la libertad de expresión en el país de la libertad. Por supuesto, nada supera los máximos de brutalidad alcanzados el 12 de marzo cuando la gendarmería hirió de gravedad al Pablo Grillo.
Esta semana, el programa televisivo Minuto Uno exhibió en C5N un video de aquella jornada represiva en el que se puede ver como el cabo de gendarmería Héctor Jesús Guerrero disparaba las postas de gas lacrimógeno en línea recta, paralela al piso, y no con una inclinación de 45 grados como indican los protocolos.
Novedades judiciales
Las imágenes se encuentran incorporadas a la causa judicial radicada ante el juzgado a cargo de la magistrada María Servini, en la que interviene el fiscal Eduardo Taiano, quienes viabilizaron los planteos de las querellas que reclamaban conocer información que se encuentra en manos de las propias fuerzas de Seguridad.
La querella de la familia Grillo, representada por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y la Liga Argentina por los Derechos Humanos, realizó un análisis detallado de las pruebas aportadas por Gendarmería Nacional y la Policía Federal Argentina que reveló irregularidades en los registros presentados, vacíos temporales, fragmentación, omisiones y falta de explicaciones sobre recortes en el material.
Los videos incorporados como prueba presentan “tramos faltantes en momentos clave del operativo, así como la omisión de escenas que podrían tener valor probatorio”, señalaron. Además, el único archivo de audio -modulaciones radiales- entregado por la Policía Federal presenta una duración que no coincide con el rango horario declarado en su título, sin que se haya justificado el criterio de edición ni se adjuntara una transcripción o indicación precisa de los horarios cubiertos.
Otro dato relevante surge de una nota oficial de Gendarmería donde se informa que el Gendarme Jorge Luis Reyes, integrante de la Sección Empleo Inmediato, portaba una cámara Go Pro que no fue activada, por lo que no existen registros del operativo. Reyes es, casualmente, el gendarme que estaba parado a metros de Guerrero en el momento en el que este disparaba de manera paralela al pavimento y que se le acercó a palmearle el hombro en plena cacería.
Ante estas presuntas irregularidades, la querella solicitó que se requieran aclaraciones y documentación complementaria para garantizar la integridad de la prueba, ya que las inconsistencias comprometen su confiabilidad.
Reconocimiento facial
La contra cara de los expedientes en los que se investiga la represión de las fuerzas federales de seguridad, en eventual coordinación con la Policía de la Ciudad, son los expedientes iniciados por impulso de esas fuerzas para que se investigue a los manifestantes que se congregaron en la Plaza de los Dos Congresos en las distintas manifestaciones.
La particularidad, en esos casos, es que acumulan imputados que fueron en muchos casos identificados y, en algunos, hasta detenidos muchas horas después y en lugares alejados de la zona de los hechos. Un comentario recurrente en tribunales es que en ninguna de las manifestaciones fueron detenidos los que vandalizaron móviles de las fuerzas policiales. A pesar de que lo hicieron a la vista de todos.
¿Qué es lo que llamó la atención de las identificaciones posteriores? Los mecanismos utilizados, sobre todo en un contexto en el que aún se encuentra suspendido el sistema de reconocimiento facial de prófugos de la Ciudad de Buenos Aires. Su suspensión se produjo ante planteo de organizaciones que reclamaban poder conocer en detalle el software empleado y controlar que no se utilizara de modo discriminatorio, sobre todo luego de tomar conocimiento de casos de falsos positivos.
Este medio pudo saber que, en distintas causas, las fuerzas de seguridad fueron blanqueando qué sistemas utilizaron para los reconocimientos. Mecanismos con los que se sorteó, evidentemente, la suspensión que pesaba sobre el programa cuestionado. La pregunta que se instaló fue: ¿Quién los controla? Polémica en puerta.
La policía de la Ciudad, por caso, dio cuenta de la utilización de un sistema conocido como “Face Expert”, provisto por la empresa francesa, mientras que la Policía Federal Argentina emplea el Sistema Biométrico de Reconocimiento Facial “Trebax Face Search”. Ambas fuerzas operan bajo la Resolución 1234/2024 del Ministerio de Seguridad, que aprueba el “Protocolo Unificado para el Reconocimiento y Comparación Facial”, publicado en el Boletin Oficial el 19 de noviembre del año pasado con la firma de la ministra Bullrich.
Ministra en carrera política
La ministra combina la mano dura, a todas luces desproporcionada, con su interés por seguir ganando lugar en el gobierno y en la consideración del presidente Javier Milei. Dijo que estará donde el mandatario la necesite. La Libertad Avanza (LLA) tiene previsto para ella, al menos por ahora, una candidatura a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Habrá que ver si ocurre.
Ese movimiento generaría una vacante en el gabinete que podría servirle al gobierno para sellar otro comentado pase de las filas del PRO a las de la Libertad Avanza: el del intendente de Mar del Plata Guillermo Montenegro. El exjuez podría hacerse cargo de esa cartera, calculan en la LLA. Ocupó el ministerio de Seguridad porteño durante la intendencia de Mauricio Macri. Otra opción sería ofrecerle el ministerio de Justicia, que encabeza el abogado Mariano Cúneo Libarona, quien se reafirma en su sillón cada vez que alguien anuncia que está de salida.
Por estas horas, Cúneo Libarona mantiene tirante la cuerda que lo une con distintos sectores del Poder Judicial (jueces federales representados por la Casación) y el Ministerio Público Fiscal. Todos le reclaman recursos financieros y humanos para avanzar hacia la anunciada implementación del sistema acusatorios, en el que los fiscales asumen el protagonismo en las investigaciones, previsto para el 11 de agosto. El ministro respondió que los que ahora reclaman, o se quejan, nada dijeron cuando se reunió con ellos. Estilo libertario.
El viernes último, la Corte Suprema de Justicia, cabeza del poder judicial, anunció que asumirá la defensa directa de sus intereses en las causas en las que es parte actora o demandada. Lo hará a través de su Dirección de Asuntos Contenciosos. Hasta ahora ese rol lo cumplía exclusivamente el Ministerio de Justicia. Tiene “la finalidad de robustecer la independencia orgánica y funcional del Poder Judicial”, se informó. ¿Un gesto de necesario distanciamiento?