Al gobierno de Javier Milei le sobran los conflictos internos. No solo se trata de la puja entre el primer mandatario y su vicepresidenta, sino que también se agregan las diferencias con el ex presidente Macri y el enfrentamiento entre los propios diputados libertarios, que también muestran abiertamente sus fisuras en el ámbito legislativo.
Hace algunas semanas se conoció la noticia acerca de la visita de un grupo de legisladores del partido gobernante a genocidas de la última dictadura militar, quienes cumplen su condena por delitos de lesa humanidad en el penal de Ezeiza.
Luego de que tomara estado público la noticia en los medios de comunicación, varios de los participantes de esa reunión intentaron dar explicaciones públicamente de lo acontecido. En ese sentido, la diputada libertaria por la provincia de Mendoza, Lourdes Arrieta (conocida por utilizar en una reunión de comisión legislativa un patito amarillo en la cabeza), que formo parte del contingente que se hizo presente en ese penal, afirmó que fue víctima de un engaño. Según sus dichos, los organizadores le habrían informado que solo irían con el objetivo de conocer las condiciones de detención de los internos de esa institución.
Así, en un infructuoso intento por despegarse del bochornoso encuentro, presentó una denuncia contra sus compañeros por coacción y conspiración, entre otros delitos, y la polémica no tardo en acrecentarse. En el marco de la comisión de Peticiones y Reglamento que se llevó a cabo el pasado martes, la diputada exigió a los gritos un pedido de explicaciones al propio presidente de la cámara baja, Martin Menem. Arrieta afirmó nuevamente haber sido víctima de una trampa tendida por el riojano y por el resto de los organizadores del encuentro.
En ese marco, la diputada perdió el control y señaló una serie de reproches hacia sus compañeros, y la noticia del mentado escandalo no tardó en llegar a los medios de comunicación. Otra reconocida integrante del partido libertario que se hizo eco de lo ocurrido fue la diputada Lilia Lemoine quien, a raíz de lo sucedido, sugirió que su compañera de bancada tiene problemas de salud mental.
La discordia no terminó ahí. Luego de lo sucedido en la reunión de comisión, Arrieta presentó una denuncia por violencia de género contra su par en el congreso, Nicolás Mayoraz, diputado del mismo bloque. La acusación se funda en una serie de agresiones que el legislador le habría propinado a la libertaria en el marco de la discusión acerca de la denuncia realizada anteriormente en virtud de la visita a genocidas en Ezeiza.
Frente a lo sucedido, el día miércoles, el bloque de legisladores de la Libertad Avanza emitió un comunicado en el que desmintió categóricamente que hayan existido los disturbios referidos, no obstante, los audios que se dieron a conocer y que ratifican la pelea y los gritos e insultos de Arrieta. En las publicaciones realizadas en las redes sociales de La Libertad Avanza, se enalteció la figura del diputado Mayoraz y nada se dijo sobre la diputada y su denuncia. Respecto del desenlace, los rumores indican que tanto la mendocina como otras colegas serían expulsadas del bloque en los próximos días. La ruptura de la libertad, avanza.
Por Marcelo Lopreiatto