En la semana en la que el INDEC dio a conocer la inflación correspondiente al mes de agosto, también se informaron datos relacionados con la caída de la actividad económica y también la retracción del índice de desempleo.
La retracción de la actividad económica fue del 4,9% en el segundo trimestre del 2023, en relación al mismo trimestre del año pasado. Estas cifras, en realidad, eran esperables por el impacto de la sequía.
Los datos ilustran que el principal componente fueron las exportaciones en el sector agropecuario, lo que representó una caída del 11%. Es por ello que más del 90% de la caída económica se explica por la retracción del sector agropecuario que fue del 40,2%, siendo muy significativa.
En contrapartida, el resto de los componentes se movió al alza: por ejemplo, el consumo privado registró una suba del 0.8% y el consumo público aumentó un 2,6%. La construcción y el comercio se sumaron a esta tendencia y, en un contexto de escasez de dólares parece una caída muy poco significativa.
Paralelamente, la implementación de políticas públicas que ayudaron a mantener la actividad permitieron que la retracción no fuera tan profunda.
Entonces así es cómo se puede explicar la relación con la disminución del desempleo. Pasó del 6,9% del año pasado al 6,2% en 2023 dado que el sector agropecuario genera relativamente poco trabajo en la materia global. La construcción, industria y el comercio son, en efecto, los sectores que más empleo generan.
El sostenimiento en dichos sectores a la par de la caída de la actividad, es posible encontrar una caída del desempleo.