Finalmente, Venezuela le revocó las concesiones a las aerolíneas que suspendieron sus vuelos al país a partir de la escalada militar con Estados Unidos. En concreto, las compañías Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol no podrán aterrizar ni despegar de los aeropuertos locales.
El régimen de Nicolás Maduro había amenazado a las compañías aéreas de retirarles los permisos para operar en el país si no retornaban sus vuelos a Caracas en un plazo máximo de 48 horas. Cumplido el ultimátum, finalmente se les quitaron los registros a las aerolíneas, ya que el Ministerio de Transporte y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) las acusan de "sumarse a las acciones de terrorismo de Estado promovido por el Gobierno de Estados Unidos, suspendiendo unilateralmente las operaciones aerocomerciales hacia y desde la República Bolivariana de Venezuela".
Las aerolíneas afectadas siguieron la recomendación de no volar a Venezuela por el alto riesgo impartido el pasado viernes por la Autoridad Federal de Aviación Civil de Estados Unidos, a partir de la escalada militar entre ambos países. Desde Caracas, esto es interpretado como una provocación del presidente norteamericano Donald Trump para desestabilizar el régimen de Maduro.
El Gobierno de Portugal fue el primero en responder ante la revocación de las concesiones porque la compañía estatal TAP fue una de las afectadas por la decisión venezolana. El ministro de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, aseguró en su cuenta de la red social X que su país "no cede a amenazas, ultimátums, ni presiones de ningún tipo". Además, remarcó que la compañía pública "está guiada exclusivamente por el interés nacional superior y la defensa inquebrantable de la seguridad de los portugueses en cualquier parte del mundo".
El castigo sin paliativos del régimen se debe a que Venezuela, un país ya cercado diplomáticamente, quedó prácticamente aislado internacionalmente por la decisión de las aerolíneas. El lunes, en una reunión con las autoridades locales, representantes de las compañías aéreas habían expuesto sus planes para reprogramar los vuelos suspendidos. Sin embargo, la decisión de la administración de Maduro socavó las posibilidades de un diálogo para llegar a un posible acuerdo.