Una embarcación que transportaba migrantes se hundió este sábado frente a las costas de Grecia. Hasta ahora fueron hallados 18 cuerpos, en una nueva tragedias migratoria que involucra a personas que dejan sus hogares en un peligroso viaje en busca de un mejor horizonte en Europa.
El barco semihundido fue localizado por un buque mercante turco que pasaba por allí. Dos supervivientes fueron rescatados y se está llevando a cabo una operación de rescate para encontrar a más personas.
Las autoridades aún no han determinado el origen de la nave. Mientras tanto, un barco y un avión de la agencia fronteriza europea Frontex, un helicóptero de la Guardia Costera griega y tres buques mercantes participaban en la operación de búsqueda.
El naufragio se produjo específicamente a unas 26 millas náuticas al sur de la ciudad de Yerápetra, ubicada en la costa meridional de la isla de Creta.
Grecia es un importante punto de entrada a la Unión Europea para quienes huyen de los conflictos y la pobreza en Oriente Medio, África y Asia, y los accidentes mortales son frecuentes.
El corto pero peligroso viaje desde la costa turca hasta las cercanas islas griegas en lanchas neumáticas o pequeñas embarcaciones, a menudo en malas condiciones, solía ser la ruta principal hasta que el aumento de las patrullas y las supuestas devoluciones forzadas redujeron los intentos de cruce. En los últimos meses, se han disparado las llegadas desde Libia a Creta.
Esto se produce tras años de acusaciones de que las autoridades griegas han incumplido las leyes internacionales y europeas en su respuesta a la llegada de migrantes y posibles solicitantes de asilo.
En enero de este año, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo, dictaminó que la Guardia Costera griega había llevado a cabo de forma sistemática las llamadas devoluciones forzadas contra posibles solicitantes de asilo.