Nicolás Maduro afirmó estar dispuesto a dialogar "cara a cara" con Estados Unidos

El presidente de Venezuela dijo encontrarse listo para que su administración converse con el gobierno de Donald Trump, en el marco del conflicto entre ambas naciones. "Este país va a continuar en paz", afirmó.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se mostró dispuesto a dialogar con el gobierno de Estados Unidos luego de que el portaaviones USS Gerald R. Ford, el más avanzado del país norteamericano, ingresara al mar Caribe en el marco de una operación presentada como una campaña contra el narcotráfico, aunque los analistas la interpretaron como una creciente táctica de presión.

En su programa semanal de televisión, Maduro afirmó estar listo para que su administración converse con el gobierno de Trump. "Este país está en paz, este país va a continuar en paz y en EEUU el que quiera hablar con Venezuela se hablará, 'face to face', cara a cara, sin ningún problema", expresó.

Los dichos del mandatario venezolano se produjeron después de que el republicano advirtiera que no descartó el envío de fuerzas terrestres a Venezuela. Según consignó BBC, diferentes especialistas legales alertaron que no se demostró que los barcos trasladaban drogas, por lo que señalaron que los ataques estadounidenses son ilícitos.

Nicolás Maduro
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.

En tanto, previamente, Maduro encabezó un acto en el que instruyó a instalar una "vigilia permanente" en seis estados del oriente venezolano y pidió a "todas las fuerzas populares, sociales, políticas, militares y policiales" mantenerse en alerta activa, frente a lo que definió como provocaciones externas. Su orden llegó horas después de que Estados Unidos reactivara ejercicios militares en Trinidad y Tobago, una jugada que Caracas interpretó como un movimiento de presión.

Maduro también apuntó contra el Gobierno trinitense, al que acusó de habilitar sus aguas para “ejercicios irresponsables” que, según dijo, buscan presionar a Caracas. “Pretenden que sean amenazantes para una república que no se deja intimidar por nadie”, afirmó.

El ingreso del portaaviones más poderoso de Estados Unidos al Caribe

El portaaviones USS Gerald R. Ford, el más avanzado de la Armada de Estados Unidos, ingresó este domingo al mar Caribe, en el marco de una operación militar denominada "Southern Spear" por el gobierno de Donald Trump, que es presentada como una intensa campaña contra el narcotráfico, aunque analistas la interpretan como una creciente táctica de presión sobre el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Se trata del mayor despliegue de poderío militar estadounidense en la región en décadas. La llegada del grupo de ataque del Ford, confirmada por un comunicado militar, culmina una concentración de fuerzas que incluye ya cerca de 12.000 tropas y casi una docena de navíos. El buque transitó el Pasaje de Anegada cerca de las Islas Vírgenes Británicas, desplegando su capacidad de guerra que incluye escuadrones de aviones de combate y destructores equipados con misiles guiados.

La Casa Blanca insiste en que el objetivo primordial de esta movilización es detener el flujo de drogas hacia Estados Unidos. El contralmirante Paul Lanzilotta, al mando del grupo de ataque, afirmó que la fuerza reforzará la seguridad frente al "narcoterrorismo en el hemisferio occidental".

No obstante, las acciones ya tuvieron consecuencias letales. Desde principios de septiembre, se registraron al menos 20 ataques estadounidenses contra pequeñas embarcaciones acusadas de transportar drogas en el Caribe y el Pacífico, resultando en la muerte de al menos 80 personas, aunque Washington no presentó pruebas que respalden la etiqueta de "narcoterroristas" para las víctimas.

La justificación de la acción militar por parte de Trump se basó en que Estados Unidos se encuentra en un "conflicto armado" con los cárteles de droga y afirmando que las lanchas atacadas son operadas por organizaciones terroristas extranjeras.

Este despliegue es visto por expertos como una herramienta de intimidación mucho más adecuada para ejercer presión geopolítica que para combatir cárteles de droga. El secretario de Estado, Marco Rubio, calificó al gobierno venezolano como una "organización de transbordo" que coopera con narcotraficantes.

Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en Estados Unidos, tildó la ofensiva estadounidense de "fabricación" de una guerra en su contra. El líder venezolano anunció una movilización "masiva" de tropas y civiles con el objetivo de defenderse ante un eventual ataque militar por parte de la potencia norteamericana.

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