La Unión Europea (UE) recibió con beneplácito el anuncio de la firma de la primera fase de un plan de paz entre Israel y Hamás, una iniciativa promovida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El acuerdo, conocido el jueves por la noche, fue rápidamente catalogado por líderes europeos como una "oportunidad" crucial para avanzar hacia una paz duradera en la región.
Este entusiasmo inicial, sin embargo, vino acompañado de un claro recordatorio por parte de varias figuras europeas de que este pacto debe ser el punto de partida para una solución política permanente basada en el principio de dos Estados. Este es un punto de fricción notorio, ya que el actual liderazgo israelí consideró la solución de dos Estados una "línea roja" en las negociaciones.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, declaró que el acuerdo debe ser "aprovechado" para establecer los cimientos de una paz "anclada" firmemente en la vía de los dos Estados. En una declaración, también reafirmó el compromiso del bloque con la ayuda humanitaria y la futura reconstrucción.
"Todas las partes deben cumplir plenamente los términos del acuerdo. Todos los rehenes deben ser liberados sanos y salvos. Debe establecerse un alto el fuego permanente. El sufrimiento debe terminar", publicó Von der Leyen en la red social X.
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Por su parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, publicó en X que el acuerdo "debe marcar el fin de la guerra y el comienzo de una solución política basada en la solución de dos Estados". Macron también indicó la disposición de Francia a contribuir a este objetivo político, señalando una inminente reunión en París.
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La cumbre de París se presenta como un paso clave en la diplomacia post-acuerdo. Contará con la participación de ministros de Asuntos Exteriores de una coalición de países que incluye a Alemania, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Italia, Jordania, Catar, Reino Unido y Turquía, además del Alto Representante de la UE.
Según París, el objetivo de esta reunión es "operacionalizar los principales parámetros para el 'día después'" del conflicto. Esto abarcará aspectos cruciales como la seguridad, la gobernanza y la reconstrucción de Gaza, buscando especificar los términos de un compromiso colectivo y coordinado.
En cuanto a sus términos, el acuerdo anunciado por el presidente Trump está diseñado para ser un pacto escalonado. Se espera que la primera fase permita la liberación de todos los rehenes israelíes retenidos en Gaza. A cambio, Israel liberaría a cerca de 2.000 prisioneros palestinos, facilitaría el ingreso de ayuda humanitaria urgente y retiraría sus tropas de la línea del frente.
La posición de la UE fue secundada por líderes palestinos. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, expresó su esperanza de que este pacto "sirva como un preludio para lograr una solución política sostenible". El líder palestino enfatizó que el objetivo final debe ser "poner fin a la ocupación israelí" y concretar el "establecimiento de un Estado palestino a lo largo de las fronteras del 4 de junio de 1967".