Estados Unidos contra Venezuela: cómo fue el ataque del 2 de septiembre

La tensiones fueron creciendo en los últimos tiempos entre Caracas y Washington. Dos semanas atrás, Trump anunciaba el hundimiento de un barco que supuestamente transportaba drogas

El 2 de septiembre, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba que las fuerzas militares de su país habían interceptado y atacado una embarcación cargada de drogas en el sur del Caribe. Según el mandatario, el barco procedía de Venezuela y fue neutralizado en una operación dirigida a combatir el narcotráfico, que "resultó en la muerte de 11 terroristas".

"Acabamos de disparar a un barco que transportaba drogas. Sucedió hace sólo unos momentos. Tenemos muchas drogas entrando a nuestro país, entrando desde hace mucho tiempo y estas vinieron desde Venezuela y están viniendo muy fuertemente desde Venezuela. Muchas cosas están viniendo de Venezuela. Lo hemos eliminado", señaló Trump a la prensa reunida en el Salón Oval de la Casa Blanca.

Ese episodio fue un punto de inflexión en una relación que crecía en hostilidades. Pocos días después de ese ataque, Nicolás Maduro respondió advirtiendo que el objetivo real de las acusaciones y la operación militar era "apoderarse" del petróleo de su país.

El mandatario venezolano acusó a la Casa Blanca de inventar una narrativa falsa sobre la presencia del narcotráfico. Según Maduro, este "cuento" o "relato" se utiliza para encubrir la verdadera intención de Estados Unidos: avanzar militarmente y tomar control de los recursos naturales del país.

"Ellos vienen por el petróleo venezolano, lo quieren gratis, vienen por el gas. Ese petróleo no le pertenece a Maduro y menos a los gringos, les pertenece a ustedes. Es del pueblo de Venezuela", enfatizó Maduro.

Y pocos días después, ante la evidente voluntad de Trump de seguir con la escalada militar, Maduro declaró que estaba preparado para pasar "a una etapa armada y planificada con todo el pueblo" si su país es objeto de un ataque militar. Al mismo tiempo, extendió una inesperada invitación al diálogo a Donald Trump.

Sin embargo, el presidente de Venezuela se jugó, la semana pasada una nueva carta de negociación: "Lo he dicho muchas veces, yo a él lo respeto. Ninguna de las diferencias que tenemos puede llevar a un conflicto militar de alto impacto en Sudamérica. Respeto a Trump, lo invito a dialogar. Ojalá recapacite", expresó Maduro, vestido con uniforme de campaña, desde la sede de la Academia Militar de Venezuela y frente a 8,2 millones de nuevos alistados y 4,5 millones de milicianos, cifras que el chavismo asegura tener movilizadas.

Los movimientos previos al ataque del 2 de septiembre

Ya desde finales de agosto, Estados Unidos se preparaba para intervenir en Venezuela. Una operación de escala inédita se desplegaba en el Caribe y el objetivo iba, evidentemente, mucho más allá del narcotráfico.

El Grupo Anfibio Iwo Jima de la Marina incluía al buque de asalto USS Iwo Jima, al de transporte USS San Antonio y al de desembarco, USS Fort Lauderdale. A bordo, 4.500 efectivos y 2.000 marines de la Unidad Expedicionaria número 22.

También viajaron tres destructores con sistema de combate Aegis y más de 90 misiles: el USS Sampson, USS Gravely y USS Jason Dunham.

Se sumaron aviones de vigilancia Poseidón – P8, un submarino nuclear y el crucero de misiles guiados USS Lake Erie y el submarino de ataque rápido USS Newport News.

Trump firmó una orden ejecutiva que autoriza el uso del ejército contra cárteles extranjeros. Aunque el Pentágono no anunció maniobras, hay varias hipótesis:

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