La organización japonesa Nihon Hidankyo ganó el Premio Nobel de la Paz 2024. Se trata de una institución conformada por sobreviventes a las bombas de Hiroshima y Nagasaki, a quienes destacaron por el trabajo realizado para “lograr un mundo libre de armas nucleares”.
El Comité Nobel Noruego, a primeras horas de este viernes, reconoció a la organización por “demostrar a través de testimonios de testigos que las armas nucleares nunca deben volver a utilizarse”.
“Estos testigos históricos han ayudado a generar y consolidar una oposición generalizada a las armas nucleares en todo el mundo basándose en historias personales, creando campañas educativas basadas en su propia experiencia y emitiendo advertencias urgentes contra la propagación y el uso de armas nucleares”, dice el comunicado en el que anunciaron a Nihon Hidankyo como ganadora del premio Nobel de la Paz de este año.
“Los Hibakusha nos ayudan a describir lo indescriptible, a pensar lo impensable y a comprender de alguna manera el dolor y el sufrimiento incomprensibles causados por las armas nucleares”, agregaron.
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En medio de un conteto delicado para el mundo por las reiteradas guerras en Medio Oriente, desde el Comité Noruego destacaron que no se haya usado ningún tipo de arma nuclear hasta el momento.
“Nuevos países parecen estar preparándose para adquirir armas nucleares; y se amenaza con utilizar armas nucleares en la guerra en curso. En este momento de la historia de la humanidad, vale la pena recordar qué son las armas nucleares: las armas más destructivas que el mundo haya visto jamás”, concluyeron.
El Nobel de Medicina fue para dos estadounidenses: su hallazgo podría revolucionar la lucha contra el cáncer
El Premio Nobel de Medicina recayó en los investigadores estadounidenses Victor Ambros y Gary Ruvkun por su hallazgo del microARN, un nuevo tipo de molécula ARN minúscula que tiene un papel crucial en la regulación de la actividad de los genes.
Los microARN "tienen una importancia fundamental para el desarrollo y el funcionamiento de los organismos", dijo el jurado de la Academia sueca en un comunicado.
"Una alteración de la regulación de los genes puede causar enfermedades graves, como el cáncer, la diabetes o la autoinmunidad. Por eso, comprender la regulación de la actividad de los genes es un objetivo importante desde hace varias décadas", añadió.
"¡Es algo gigante! ¡Es un terremoto!", declaró Ruvkun a la radio pública sueca SR poco después de haber recibido la noticia en plena madrugada, debido al cambio de hora. "Mi perro no entiende por qué estamos corriendo por toda la casa, cuando aún no sale el sol", añadió.
El segundo laureado, su compatriota Victor Ambros, mostró el mismo entusiasmo. "¡Guau! ¡Es increíble! No lo sabía", le dijo al reportero de SR que le dio la buena noticia.
Ambros, de 70 años, es biólogo en la Massachusetts Medical School, y Ruvkun, de 72, es profesor de genética en la Harvard Medical School. En 1993 publicaron en dos artículos separados sus hallazgos sobre "un nuevo nivel de regulación de los genes", que fueron decisivos.
Los dos investigadores, que colaboran juntos pero trabajan separados, llevaron a cabo sus trabajos a partir de un gusano redondo de un milímetro, el C. elegans, para determinar por qué y cuándo se producen las mutaciones celulares.
Cada célula contiene los mismos cromosomas y, por lo tanto, exactamente el mismo conjunto de genes e instrucciones. La regulación de los genes permite que cada célula seleccione sólo las instrucciones relevantes.
Los dos investigadores se interesaron en cómo se desarrollan los diferentes tipos de células y descubrieron los microARN.
"Su revolucionario hallazgo reveló un nuevo principio de regulación de los genes que resultó ser crucial para los organismos multicelulares, incluyendo los seres humanos", señala el comunicado.
Este descubrimiento dio lugar a "numerosos ensayos (que están) en curso, y no sólo contra el cáncer, pero también contra otras enfermedades (...), pero no hay nada cercano a una aplicación real", señaló Gunilla Karlsson Hedestam, profesora del Instituto Karolinska.
El año pasado, el Nobel de Medicina fue para la investigadora húngara Katalin Kariko y el estadounidense Drew Weissman por el desarrollo de la tecnología de ARN mensajero que abrió el camino para las vacunas contra el covid-19 de Pfizer/BioNTech y Moderna.
El premio conlleva una recompensa de 11 millones de coronas (más de un millón de dólares), que se reparten en caso de haber varios ganadores.
La temporada de estos prestigiosos galardones seguirá el martes con Física, el miércoles con Química, antes de los más esperados de Literatura, el jueves, y el de la Paz, el viernes. El premio de Economía, creado más recientemente, cierra la serie el próximo lunes.