Dos activistas por los derechos de los animales interrumpieron la audiencia general del papa Francisco este miércoles en el Vaticano para pedirle que "deje de bendecir" las corridas de toros, a las que calificaron de "ejecuciones crueles y ritualizadas".
Las manifestantes de la organización internacional PETA saltaron al pasillo y se acercaron al Papa mostrando carteles con la frase "Las corridas son pecado" y remeras que decían "Basta de bendecir corridas", tanto en italiano como en inglés. Ambas fueron retiradas por personal de seguridad.
La filial británica de PETA informó en la red social X (antes Twitter) que las activistas fueron "detenidas por irrumpir en el Vaticano e instar al Papa a condenar las corridas de toros". También señaló que "cada año, decenas de miles de toros son atormentados y sacrificados en festivales taurinos en todo el mundo, muchos de los cuales se celebran en honor a santos católicos".
"PETA insta al papa Francisco y a la comunidad católica mundial a denunciar esta violencia sin sentido y poner fin a la vergonzosa asociación de la Iglesia con estas ejecuciones crueles y ritualizadas", agregó. La organización denuncia que sacerdotes católicos ofician misas y reciben a los toreros en las capillas construidas en el interior de las plazas.
Las corridas de toros son una tradición controvertida que se practica en España, varios países de América Latina y algunas regiones del sur de Francia y Portugal. En el siglo XVI, el papa Pío V las prohibió por ser "crueles" y contrarias a la "piedad y caridad cristianas", pero su práctica no se interrumpió.