En Uruguay, Villa Serrana está sumando cada vez más visitantes a lo largo del año gracias a sus condiciones que lo llevan a ser el refugio perfecto para quienes buscan desconectar del ritmo acelerado de la vida urbana.
Con 89 habitantes permanentes, este rincón mágico se llena de vida los fines de semana cuando llegan sus visitantes en busca de tranquilidad para disfrutar de su naturaleza.
En Uruguay, Villa Serrana está sumando cada vez más visitantes a lo largo del año gracias a sus condiciones que lo llevan a ser el refugio perfecto para quienes buscan desconectar del ritmo acelerado de la vida urbana.
Este encantador poblado serrano, ubicado en el departamento de Lavalleja, se transforma en un cuento de invierno donde pequeñas cabañas entre cerros, senderos de tierra y chimeneas humeando crean la atmósfera ideal para disfrutar del frío uruguayo sin apuro ni horarios.
Fundada en 1946 como una villa de descanso de estilo europeo por el visionario arquitecto Julio Vilamajó, Villa Serrana conserva su esencia original entre los valles de los arroyos Penitente y Marmarajá. Con apenas 89 habitantes permanentes, este rincón mágico se llena de vida los fines de semana cuando uruguayos, argentinos, brasileros y europeos llegan en busca de tranquilidad y conexión con la naturaleza en estado puro.
La magia de Villa Serrana se encuentra en su aire limpio de montaña y el aroma constante a leña que invita a largas siestas sin culpa, caminatas contemplativas por senderos únicos y tardes de lectura frente al fuego. Es el destino ideal para quienes desean vivir el invierno con otro ritmo, otros colores y esa intimidad especial que solo ofrecen las sierras uruguayas durante esta parte de la temporada.
Villa Serrana se encuentra ubicada en el departamento de Lavalleja, a 145 kilómetros de Montevideo y apenas 26 kilómetros de Minas, la capital departamental. Este pueblo serrano está enclavado entre los valles de los arroyos Penitente y Marmarajá, en una zona privilegiada entre cerros y valles que la convierte en el refugio soñado para los amantes de la calma.
El acceso se realiza desde la ruta nacional 8, con dos entradas disponibles en los kilómetros 140 y 145, conocidas como primera y segunda entrada respectivamente. Desde la segunda, los visitantes recorren tres kilómetros adicionales hasta llegar a la pendiente denominada Piedra Alta, considerada el límite norte de la villa y uno de sus miradores naturales más espectaculares.
Villa Serrana ofrece una experiencia integral de descanso y conexión con la naturaleza, ideal para disfrutar durante las vacaciones de invierno:
Para llegar a Villa Serrana desde Montevideo, los viajeros pueden utilizar servicios de micros que realizan trayectos hacia Río Branco, Melo o Treinta y Tres con paradas en los kilómetros 138 o 145 de la ruta 8. Diversas empresas ofrecen frecuencias diarias en determinados horarios, por lo que se recomienda buscar esta información en la página web de la localidad. Quienes viajan en auto propio, pueden acceder fácilmente por la ruta 8, disfrutando del paisaje serrano durante todo el trayecto hasta cualquiera de las dos entradas disponibles.